Las promesas de infraestructura de la campaña electoral

Las elecciones se acercan y uno de los temas controvertidos en la campaña es: ¿cómo será nuestra futura infraestructura? ¿Seguirá siendo el coche el medio de transporte número uno? ¿O ya hay un cambio hacia el transporte ferroviario y marítimo? Entre los criterios más importantes figuran la protección del medio ambiente y los beneficios para el público en general.

Los conductores, especialmente los que viajan a diario, luchan todos los días contra los cerca de 1.900 atascos de tráfico en las autopistas alemanas. El viaje al trabajo puede tardar el doble de tiempo que de costumbre. Carriles estrechos, kilómetros de obras viales y un camión detrás del otro son parte del panorama.

La expansión de la red de carreteras le cuesta a los contribuyentes mucho dinero y causa a los conductores mucha molestia. En promedio, más de 400 obras en todo el país causan regularmente retrasos y atascos de tráfico. Los políticos llevan tiempo prometiendo mejoras en la construcción de carreteras, por ejemplo hacerlas por la noche y los domingos. Sin embargo, hasta ahora esto no ha sido así.

Muchas calles están rotas y las autopistas sobrecargadas. Tan sólo en Alemania se calcula que 6.000 puentes están en ruinas. Y los expertos dicen que esta cifra sigue siendo demasiado baja. Repararlos cuesta mucho. Según el Plan Federal de Rutas de Transporte, para el año 2030 se dispondrá de unos 90.000 millones de euros para este fin. La desventaja: más obras de construcción = más atascos.

Cuando el tren lleva retraso o se pierde el tren de conexión, ¿qué hacer? ¡Tomar el auto! Las malas conexiones de este transporte son, a menudo, la razón por la que es mejor evitar el transporte público. Para ello, Los Verdes abogan por una red ferroviaria modernizada para que todos puedan llegar a su destino de la manera más ecológica y sencilla posible.

No más autopistas llenas de camiones. Los socialdemócratas (SPD) quieren fomentar el transporte interno por barco. En el futuro, el transporte de mercaderías se llevaría a cabo principalmente por ferrocarril y vías navegables, lo que aliviará la tensión en las carreteras. Este plan de transporte necesita unos 130.000 millones de euros para la ampliación de las rutas alternativas.

Otro tema importante es el peaje para coches. Reparar las carreteras es caro, entonces ¿de dónde sacar el dinero? Las opiniones difieren ampliamente. Los Verdes exigen un peaje para los vehículos de 3,5 toneladas o más, y el SPD quiere fijar el límite en 7,5 toneladas. La Izquierda se opone firmemente a la introducción del peaje, al igual que el FDP.

Tanto Los Verdes como La Izquierda quieren un límite general de velocidad en las autopistas alemanas. La velocidad máxima se reduciría a 120 kilómetros por hora. Por un lado, justifican la demanda con el argumento de la contaminación ambiental y, por otro lado, la seguridad y la protección contra el ruido juegan también un rol importante.

Los Verdes también están promoviendo un cambio, más allá de los automóviles y hacia un mejor transporte público. Todo el mundo debería poder utilizar el transporte público. Para ello, es preciso reforzar la red ferroviaria en Alemania para garantizar la puntualidad y la coordinación de las conexiones. Además, su uso debería ser más accesible y menos costoso.

Los liberales del FDP pretenden también una digitalización del tráfico vial. Los autobuses inteligentes deberían ser capaces de conducir autónomamente y hacer que el transporte de pasajeros sea más seguro y rápido. Además, se utilizarían autobuses eléctricos.

¿Qué tan eléctrico será el tráfico del futuro? Los partidos aún no se han puesto de acuerdo: la CDU y Los Verdes están a favor de subvencionar la movilidad electrónica. El FDP y La Izquierda se oponen. Sin embargo, los izquierdistas confían en que posiblemente no se permitirán más automóviles diésel a partir de 2030 y Los Verdes piensan igual.