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PolíticaFederación Rusa

Lavrov en Malta: una guerra de palabras

6 de diciembre de 2024

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, realizó su primera visita a un país de la UE desde la invasión rusa de Ucrania en 2022. Su presencia en una reunión de la OSCE en Malta fue polémica.

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Lavrov en la reunión de la ISCE en Malta.
Lavrov en la reunión de la ISCE en Malta.Imagen: Alberto Pizzoli/AP Photo/picture alliance

La llegada del ministro de RR.EE. ruso a la reunión ministerial anual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE),en Malta, desató polémica. Era su primera visita a un país de la UE desde el inicio de la guerra de Rusia contra Ucrania en febrero de 2022.

"El Sr. Lavrov viene aquí a mentir sobre la invasión rusa y lo que Rusia está haciendo en Ucrania”, declaró a la prensa el ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radek Sikorski. "No voy a estar en una habitación con Lavrov. Me marcharé”, dijo por su parte a DW Baiba Braze, ministra letona de Asuntos Exteriores.

Lavrov no tiene la entrada prohibida a la UE

La UE sancionó a Lavrov en febrero de 2022 "por su apoyo activo a acciones que socavan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”, según la Comisión Europea. Como consecuencia, está sujeto a congelación de activos, pero aún se le permite viajar por el bloque para "mantener abiertas las vías de diálogo”.

En la sala de reuniones de Malta, Lavrov tomó asiento en una gran mesa, a sólo diez sillas del ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha. "Cuando los rusos dicen que quieren la paz, mienten”, dijo Sybiha en su discurso de apertura. Continuó dirigiéndose directamente a Lavrov: "Ucrania sigue luchando por su derecho a existir. Y el criminal de guerra ruso que está en esta mesa debe saberlo: Ucrania ganará esta lucha y la justicia prevalecerá”.

Cuando llegó el turno de Lavrov, diplomáticos de Polonia, Letonia y la República Checa abandonaron la reunión en señal de protesta. Annalena Baerbock, ministra alemana de Asuntos Exteriores, y Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, permanecieron en la sala, pero dejaron claro que lo hacían por un motivo concreto.

Baerbock senialó a DW que "las mentiras y las noticias falsas para desestabilizar las sociedades en Europa forman parte de la guerra de Rusia”. Y agregó que asistía a la reunión "para oponerse a esta propaganda de guerra y plantar cara a las fake news”.

La versión de Lavrov

El jefe de la diplomacia rusa arremetió en su discurso contra Occidente. Acusó a la UE de coacción al imponer sanciones contra Rusia perseguir lo que calificó de "intereses nacionales legítimos”.

Además, culpó a Estados Unidos de la escalada del conflicto, atribuyéndolo a que necesitaba "un nuevo enemigo” para devolver a la OTAN al "centro de atención política”. Continuó diciendo que Occidente estaba detrás de una "reedición de la Guerra Fría, sólo que ahora con un riesgo mucho mayor de derivar en una guerra caliente”.

Al igual que en ocasiones anteriores, el ministro de Asuntos Exteriores ruso tachó a la OSCE de organización al servicio exclusivo de los intereses de Estados Unidos. Y dejó claro que Rusia no ve ninguna ventaja en participar en el foro.

OSCE, un foro de diálogo

La OSCE se fundó en 1975 para ofrecer una plataforma que incrementara el diálogo entre el este y el oeste durante la Guerra Fría. El organismo cuenta ahora con 57 miembros, desde Irlanda hasta Turquía y Mongolia, además de Estados Unidos y Canadá. Ayuda a sus miembros a coordinar cuestiones como los derechos humanos y el control de armamentos, y envía observadores a conflictos y elecciones en todo el mundo.

Sin embargo, la organización ha estado paralizada desde el inicio de la guerra de Rusia contra Ucrania, ya que el Kremlin ha seguido vetando varias decisiones importantes.

Aunque Lavrov ha participado en varias cumbres de la OSCE, suele abandonar la sesión plenaria casi inmediatamente después de su propio discurso. Y así ocurrió también en Malta, cosa que lamentó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien rebatió enérgicamente las afirmaciones del ministro ruso. No estaba previsto un encuentro entre ambos.

(ers/gg)