Libertad para Chelsea Manning
16 de mayo de 2017Tras siete largos años de cárcel, este miércoles se abren las puertas de la prisión militar de Fort Leavenworth para Chelsea Manning. En estos años, Bradley se transformó en Chelsea. Pero, sobre todo, el joven especialista en tecnología de la información que trabajaba para el ejército estadounidense en Irak se transformó en una heroína. Una heroína de la transparencia y la denuncia de verdades dolorosas sobre las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán, sobre los abismos de la diplomacia estadounidense y sobre las condiciones de reclusión en Guantánamo. Y se convirtió también en una luchadora por los derechos de personas transgénero.
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Condiciones inhumanas
A 35 años había condenado a Manning una corte marcial en 2013, basándose en una anticuada ley antiespionaje de 1917. Nunca antes un whistleblower había recibido una sentencia tan dura en Estados Unidos. Manning fue hallada culpable de 17 de los 22 cargos presentados en su contra. Entre ellos no se contó el de "ayuda al enemigo”, que podría haberle reportado la pena de muerte.
En ese entonces, Manning tenía 25 años y ya había pasado tres en prisión provisional, en parte en condiciones inhumanas, como constató el relator especial de la ONU sobre tortura, Juan Méndez, en un informe de 2012. Allí señaló que retener a un sospechoso por 23 horas y 40 minutos al día aislado en una celda de 4,5 metros cuadrados es cruel e inhumano.
"Castigo desproporcionado”
Ahora Manning puede abandonar la prisión donde, tras su cambio de sexo, era la única mujer recluida entre hombres y donde fue víctima de vejaciones. Por lo menos dos veces intentó suicidarse.
Su liberación obedece a una decisión tomada por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama. En su última semana en la Casa Blanca, consideró que el castigo de Manning era "desproporcionado” y que los siete años de cárcel que ya había cumplido eran suficientes como para disuadir a potenciales futuros reveladores de secretos. En un email a DW, la abogada de Manning, Nancy Hollander, recordó, sin embargo, que el gobierno de Obama persiguió a más whistleblower que ningún otro en la historia del país.
Las revelaciones
Manning había filtrado cerca de 700.000 actas confidenciales a la plataforma Wikileaks. De esta forma, contrapuso la imagen brillante de la superpotencia estadounidense difundida en gran parte del mundo con la visión interna, sin maquillaje, de los engranajes del poder.
Wikileaks se hizo famosa de un golpe gracias al material de Manning. El inicio lo marcó un video publicado en esa plataforma el 5 de abril de 2010, con el título de "asesinatos colaterales”. El video, de 15 minutos de duración, había sido grabado por la cámara instalada en el interior de un helicóptero de combate Apache, durante un ataque realizado el 17 de julio de 2007 en Bagdad, en el que murieron 11 civiles, entre ellos dos periodistas de la agencia Reuters. Le siguieron los diarios de la guerra de Afganistán y de Irak, despachos de las embajadas, actas de Guantánamo.
La motivación
Manning fue detenido a fines de 2010 en Irak. Depresivo y desesperado por la dificultad para vivir su transexualidad en un entorno militar, se había confiado en un chat a Adrian Lamo, a quien no conocía personalmente. Este lo delató a las autoridades estadounidenses.
En los protocolos del chat queda en evidencia la motivación de Manning, personalmente afectado por la magnitud de la brecha entre la imagen difundida por el gobierno y la realidad en terreno: deseo de transparencia, de denunciar crímenes de guerra y no dejar en la impunidad a los responsables.
Ahora que Chelsea Manning sale de la cárcel, tendrá quizás por primera vez la oportunidad de vivir a su manera: como mujer y en libertad.