Libia: la ONU dijo sí, la OTAN delibera
18 de marzo de 2011“Histórica” es la decisión tomada en la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York, calificó el secretario general de la organización, Ban Ki-Moon. El texto sometido a votación había sido presentado por Francia, Reino Unido y Estados Unidos- que pueden ser considerados sospechosos habituales- pero también por el Líbano, y éste hablando en nombre de la Liga Árabe.
La Resolución 1973 autoriza a los Estados miembros, tras notificación previa a la jefatura de la ONU o de la Liga Árabe, a tomar "todas las medidas necesarias" para proteger a los civiles en zonas pobladas de Libia, "incluyendo Bengasi", el feudo de la oposición a Muamar al Gadafi, que es nombrado en el documento explícitamente. Se trata de “una muestra clara e inequívoca de la determinación de la comunidad internacional a cumplir con su responsabilidad de proteger a los civiles ante la violencia perpetrada contra ellos por su propio Gobierno", apuntó Ban en un comunicado.
Quien perpetra la violencia contra su propio pueblo, el dictador libio Gadafi, mostró evidentemente pocas simpatías por la histórica decisión de las Naciones Unidas, y aseguró que convertirá el mundo "en un infierno" si su país es atacado por potencias extranjeras. Con inusual tranquilidad, Gadafi repitió que el Consejo de Seguridad carece de base legal para inmiscuirse en Libia, ya que se trata de un asunto interno y no de “una guerra entre dos países”. "No nos atendremos a ninguna resolución”, recalcó, y acusó de traidores a los países de la Unión Europea.
Por cielo sí, pero no por tierra
A favor del esbozo de resolución se posicionaron en la votación Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Líbano, Bosnia, Gabón, Nigeria, Colombia, Portugal y Sudáfrica. Las abstenciones procedieron de China, Rusia, Brasil, Alemania e India. Así se lograron los votos positivos necesarios y se dio esquinazo a los vetos que podrían haber obstaculizado la aprobación.
El texto autoriza a brindar apoyo militar a cualquier núcleo de población "bajo amenaza de ataque". Además, se establece una zona de exclusión aérea que afectará a "todos los vuelos" en el espacio aéreo libio con el objetivo de "proteger a los civiles". Los aviones que transporten ayuda humanitaria o circulen con fines civiles no se verán afectados por la medida. A su vez, se niega una posible intervención terrestre: toda forma de “ocupación del territorio libio” queda descartada.
Ban Ki-moon expresó que espera que la implementación de la resolución sea “inmediata”. Estados Unidos, Francia, y Reino Unido se encuentran ya en conversaciones para coordinar los próximos pasos a seguir, que serán dados, dijeron los mandatarios de los tres países, en estrecha colaboración con los Estados árabes. Y también la OTAN conovocó a los embajadores de sus socios a una reunión urgente para tratar el tema de Libia.
Europa saluda y planea
Miles de personas siguieron en la noche del jueves (17.03.2011) al viernes a través de una pantalla gigante colocada en el centro de Bengasi la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU. Cuando se anunció el resultado, ondearon las banderas rojo-negro-verdes de la era anterior a Muamar al Gadafi y se escucharon gritos de júbilo y "¡Libia! ¡Libia!".
La Unión Europea saludó por su parte el viernes (18.03.2011) la resolución. El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, emitieron un comunicado conjunto en el que Bruselas se volvió posicionar del lado de quienes piden democracia y derechos civiles, recordó que los Estados miembros esperan que Gadafi abandone el poder y se dijo de nuevo "seriamente preocupada por la situación de la población Libia".
El organismo comunitario mantendrá conversaciones con sus socios internacionales, especialmente con la Liga Árabe y la Unión Africana, a fin de ver "cuál es la mejor forma de colaborar para llevar a la práctica las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU tan pronto como sea posible".
Qué aspecto tendrá esta implementación y en qué medida participarán de ella los países europeos sigue siendo la incógnita por desvelar. Algunos, como Alemania- que se abstuvo en la votación- no quieren verse involucrados directamente en el conflicto norteafricano, con lo que para ellos se hará necesario buscar tareas alternativas que no los hagan parecer inoperantes pero tampoco los torne activos más allá de sus deseos.
Editora: Luna Bolívar Manaut (dpa)