Libro Blanco, cisma europeo
20 de julio de 2007El Libro Blanco sobre el Deporte en Europa marca una etapa que, desde la política europea, se considera fundamental para cimentar el futuro de esta actividad en el viejo Continente. Sus antecedentes se remontan a un anexo del Tratado de Amsterdam, suscrito en 1997. Ahí se ponía de manifiesto la importancia del deporte como componente del cuerpo social.
Creciente internacionalización
En el Informe de Helsinky, expedido en 1999, la Comisión Europea detectaba una alza fuerte en los niveles de popularidad del deporte en general; además, contemplaba fenómenos como la internacionalización de los eventos y competencias deportivas, y un crecimiento sin precedente en la dimensión económica del deporte, "impulsada sobre todo por el valor de los derechos de transmisión."
En la Declaración de Niza, del año 2000, el Consejo de Europa enlistó una serie de características que, en 17 párrafos, pretendían delinear por primera vez un bosquejo de política pública europea respecto del deporte en general. Los Jefes de Gobierno de Europa oficializaban así, con énfasis, cuán importante es para la política europea el tema deportivo.
Como resultado de dichas deliberaciones, el Independent European Sport Review (IESR) fue un paso más allá, al describir en octubre de 2006 los problemas prácticos en la política pública relacionada con el deporte, así como las posibles maneras de abordarlos. En otras palabras, llevó el debate al terreno práctico.
Una derivación específica del Independent European Sport Review fue el Informe sobre el futuro del fútbol profesional en Europa, aprobado por el Parlamento Europeo en febrero de este 2007. Fue una aproximación a la circunstancia particular del fútbol, tomando como marco normativo las recomendaciones del IESR.
Se enfrentan dos modelos
La presentación del Libro Blanco constituye una etapa más del proceso en el que habrá de decidirse, nadie sabe exactamente cuándo, el modelo deportivo que debe seguir Europa desde la perspectiva institucional. Se deberá decidir, básicamente, entre lo social y lo financiero.
A medida que estos pasos avanzan, la posible adecuación del modelo deportivo europeo repercute también en el ámbito político. Y no solamente en lo que se refiere a las instituciones gubernamentales o democráticas (como el Parlamento Europeo), sino también en asociaciones directamente involucradas en la implementación de dicho modelo.
Por ejemplo, la Unión Europea de Asociaciones Nacionales de Clubes de Fútbol (UEFA), que desde hace tiempo viene pronunciándose por la alternativa social, incluso más allá de los términos planteados por el Parlamento Europeo. Así, la UEFA dio a conocer hace algunos días su posición frente al Libro Blanco de la Comisión Europea.
Platini, implacable
El organismo presidido por Michel Platini sostiene que la presentación del documento ha creado expectativas: "la esperanza de que los problemas actuales y las amenazas relacionadas al futuro del deporte europeo han sido comprendidos totalmente, así como el hecho de que la Comisión Europea manifiesta claramente su decisión de proponer soluciones concretas."
Sin embargo, continúa la UEFA, "hemos tenido acceso a una versión preliminar del Libro Blanco, y nuestra principal reacción es de profunda decepción. Nos enfrentamos a un documento que simplemente describe cuál es la situación actual pero, desafortunadamente, adopta soluciones tímidas e indecisas en los puntos clave. Esta propuesta no se refiere a conceptos como la autonomía del deporte, y tampoco a las posibles formas de cooperación para combatir comportamientos criminales manifestados a través del deporte."
Según la asociación, "el Libro Blanco inicialmente se refiere a la Declaración de Niza, pero en los hechos continúa ignorándola y, en algunos casos, va en la dirección opuesta."
En lo jurídico, otro aspecto que hay vacíos importantes, la UEFA señala: "el Libro Blanco propone que cada norma deportiva debe ser juzgada caso por caso, y deja a las cortes europeas la tarea de hacer la ley, en vez de interpretarla."
El organismo, pues, no deja títere con cabeza en cuanto al Libro Blanco de la Comisión Europea. Y, de hecho, la UEFA tiene ya su propia visión de lo que debiera ser el caso específico del fútbol, con un documento alternativo de perspectiva a mediano plazo: Visión Europa.