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Sociedad

Última estación antes de llegar de Lima del equipo

Carolina Chimoy
6 de marzo de 2019

Antes de llegar a Lima, nuestra reportera se detiene en Trujillo dónde se topa con la procesión de la Virgen de Guadalupe. Carolina Chimoy relata su experiencia al científico alemán enviándole una carta.

https://p.dw.com/p/3EVlY
Peru Tradition in der Kolonialstadt Trujillo
Imagen: DW/C. Chimoy

Trujilllo, 16 de diciembre de 2018

Lieber Alexander,

Esta es la última estación antes de llegar de Lima.  Mientras hago una pausa de la edición de las últimas filmaciones antes de empezar la serie de Lima, aprovecho para escribirte estas líneas. Esta ciudad es una de las más bonitas a lo largo de la costa peruana. Hoy cuando salí a tomar un poco de aire después de densas horas de edición que me dejaron sin energía, me encontré con una procesión de la Virgen de Nuestra Señora de Guadalupe que pasaba justo frente a la puerta del hotel. Inmediatamente pensé en ti y lo que escribiste respecto a la Virgen de Guadalupe de México, cuando estuviste ahí.

Según me explicaron, la sacaron de procesión porque era su aniversario. Como ves, la religión continúa siendo un factor sumamente importante en la sociedad de estos países. Lo que más me llamó la atención fue ver a personas que rezaban e incluso lloraban mientras seguían la procesión cabizbajos. A pesar de ser un aniversario toda la tradición tenía un carácter algo triste. La banda que entonaba el ritmo siguiendo la figura de la Virgen tocaba ritmos graves y muy pausados. También me llamó la atención que muchas personas estaban con el rostro pintado ¡completamente de negro! Al preguntarle a una de las mujeres me respondió que siempre se hace eso en honor a esta Virgen de Guadalupe, que fue quien salvo a muchos afroamericanos de la esclavitud.

Si bien no soy creyente y nunca he participado en este tipo de ceremonias debo decir que reinaba una energía muy especial. Casi mágica, al ver a tantas personas reunidas alrededor de la figura de una virgen alumbrada de blanco, seis hombres cargándola y caminando pausadamente con los ojos cerrados, alguno que otro con lágrimas. Parecía que estuviese flotando encima de un mar de personas.

Mañana pasaremos por las ruinas de Chanchan, donde tú también estuviste, pero seguiremos todo el recorrido hasta Lima. Imagínate todo esto en un día, mientras tú habrás tardado semanas en recorrer esta ruta con la caravana de mulas y caballos que tenías a tu disposición. Esto no deja de sorprenderme.

¡Un abrazo!

Carolina