Londres: primeras pistas, nuevas amenazas
9 de julio de 2005Al menos tres de las cuatro bombas que explotaron el jueves en el sistema de transporte de Londres lo hicieron de manera casi simultánea, indica la Policía. "Las tres bombas del sistema del Subterráneo de Londres explotaron en un lapso de segundos entre una y otra, alrededor de las 8:50 de la mañana", dijo Brian Paddick, comisario asistente de Scotland Yard. Todo indica que las bombas fueron hechas explotar mediante cronómetros.
Una cuarta bomba explotó en un autobús cerca de la estación de King's Cross a las 9:47 a.m. Las explosiones causaron la muerte de al menos 50 personas, en el peor ataque sobre la capital británica en tiempos de paz, que según las autoridades llevan la marca de la organización Al Qaeda.
Hay un sospechoso…
Las fuerzas antiterroristas que investigan las explosiones tratan de averiguar el paradero de un marroquí con nacionalidad británica y a quien se busca también por su relación con los anteriores atentados de Madrid y Casablanca (Marruecos). Se trata de Mohammed al Gerbouzi (El Guerboui o Garbuzi), a quien las autoridades del Reino Unido concedieron asilo político a mediados de los años noventa.
Gerbouzi. Es un ex discípulo del clérigo radical Omar Mahmud Othman (alias Abú Qatada), considerado como el líder espiritual de los muyahidín de toda Europa y a quien algunos describen como el embajador de Osama bin Laden. Gerbouzi, casado y padre de seis hijos, desapareció el pasado abril de su domicilio londinense. Su familia niega que el marroquí esté relacionado con los atentados en la capital británica.
…pero faltan referencias
Al contrario de la investigación española del 2004 sobre las bombas en los trenes de Madrid, las autoridades británicas se enfrentan a la falta de un hilo conductor claro y a los problemas para reunir evidencia en los sitios atacados en Londres, tres de los cuales son subterráneos.
En lo práctico, el sábado los investigadores forenses no habían llegado todavía a uno de los sitios afectados, entre las estaciones de trenes subterráneos King's Cross y Russell Square, debido a peligro de derrumbre. El jefe de policía de Scotland Yard, Ian Blair, admitió que se está "al comienzo de una investigación muy compleja y larga", y añadió que "por el momento, esto es un puro e incesante trabajo detectivesco".
Los elementos clave para la investigación serán el tipo y origen de los explosivos utilizados y la manera en que las bombas fueron activadas. Se estima que cada bomba tenía menos 4,5 kilogramos de explosivos de alto poder, una carga que puede ser transportada en una bolsa del tamaño de una mochila. Las bombas en el metro probablemente fueron colocadas en el suelo de los vagones, mientras que la del autobús puede haber estado en el piso o en un asiento. Las bombas fueron significativamente más pequeñas que las utilizadas en España, donde la policía dijo que los atacantes usaron en total unos 100 kilogramos de explosivos en los cuatro trenes.
Uno de los problemas que la policía enfrentará en los próximos días será el gran número de falsas alarmas y bromas, algo que sucedió en Madrid, donde las autoridades dijeron haber recibido de 30 a 40 falsas alertas por bombas diarias en los dos días siguientes a los ataques.
Italia alarmada
Entretanto las autoridades italianas estás alarmadas, luego de reiteradas amenazas de que se convertirían en el siguiente objetivo del extremismo. Así, 142 personas han sido detenidas en una operación de control preventiva de carácter antiterrorista, llevada a cabo por la Policía en la región norteña italiana de Lombardía. En la operación se intervinieron un kilo y medio de explosivos. Entre los arrestados hay 83 extranjeros de países ajenos a la Unión Europea, 52 de los cuales se encontraban en Italia de forma clandestina.
Por lo pronto, el Gobierno británico convocó este sábado, dos minutos de silencio para el próximo jueves a mediodía, cuando se cumplirá una semana de los atentados en Londres. En especial, el silencio se guardará a lo largo de toda la red de transportes de Londres. Un acto de homenaje semejante se convocó en Madrid poco después de los atentados de 2004, al que se adhirieron el resto de los países de la Unión Europea. Fuentes del Gobierno británico subrayaron que esa decisión dependerá de cada país.