Los desafíos del 2007 para América Latina
8 de enero de 2007
El vuelco a la izquierda que se percibe en América Latina tras las múltiples elecciones presidenciales celebradas el 2006, no implica el surgimiento de un movimiento izquierdista homogéneo en el continente. Detlev Nolte, politólogo del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo, hace notar que los gobiernos de Chile, Brasil, Argentina y Uruguay muestran una tendencia socialdemócrata y no pretenden modificar mayormente el orden económico existente en sus respectivos países. Por otra parte, ha surgido una corriente difícil de definir, que el columnista argentino Andrés Oppenheimer ha calificado como una especie de "petropopulismo". Según Nolte, "en países como Venezuela, Bolivia y Ecuador triunfaron candidatos que recibieron los votos de la mayoría de la población porque se espera de ellos una rápida redistribución de los crecientes ingresos derivados de la exportación de petróleo y gas, a través de beneficios sociales".
La lucha contra la pobreza
Gracias a los elevados precios de las materias primas en el mercado mundial, Latinoamérica ha experimentado un crecimiento económico sostenido desde 2003. Los expertos prevén para 2007 tasas de crecimiento del orden del 4% y una baja del desempleo a menos del 9% en promedio a nivel regional. Por otra parte, la deuda externa podría reducirse a una cuarta parte del Producto Social Bruto, lo cual reduciría la carga de los intereses, liberándose recursos que podrían destinarse a programas de desarrollo social.
Pese a tales premisas positivas, Nolte no cree que se vaya a lograr un vuelco sustancial en la lucha contra la pobreza. "El problema de la pobreza no se reducirá, pese a que el año pasado hubo una leve disminución el año pasado. Si se compara 1990 con 2006, se podría cifrar la reducción en un 10% para toda América Latina", indica el politólogo de Hamburgo, subrayando que, "sin embargo, ese retroceso es muy lento". En su opinión, tampoco mejorará el panorama en cuanto a la distribución del ingreso. "La brecha entre pobres y ricos más bien aumentará", señala, haciendo notar a la vez que "con el sostenido crecimiento económico también aumentarán las expectativas cifradas en los sistemas políticos".
Atractivo limitado
Con sus casi 550 millones de habitantes, Latinoamérica es un gigantesco mercado potencial. Pero si en el 2007 no logra avanzar en la integración de bloques regionales como el Mercosur o la Comunidad Andina, no podrá utilizar sus oportunidades y seguirá siendo poco atractiva, por ejemplo, para la Unión Europea. Las perspectivas en este sentido no parecen muy promisorias, en vista de que diversos países siguen sus propias estrategias, en lugar de reforzar las alianzas regionales. Así lo demuestran casos como el de Venezuela, que abandonó la Comunidad Andina en protesta por los acuerdos de libre comercio suscritos por Colombia y Ecuador con Estados Unidos.
Detlev Nolte advierte que América Latina debe cuidarse de no quedarse atrás con respecto a la economía mundial. El actual boom se basa en la exportación de materias primas, pero en comparación con otros mercados, como el asiático, sigue siendo poco atractiva para los inversionistas. También sus tasas de crecimiento son inferiores a las de otras zonas del mundo. El politólogo recuerda, además, que tras la incorporación de Rumania y Bulgaria, la Unión Europea está ocupada con una serie de problemas internos, de modo que sólo tiene un margen limitado para negociaciones de libre comercio con América Latina.