Los grandes hoteles de Alemania
En estos grandes hoteles alemanes pernoctaron y vivieron figuras de la política y la cultura, desde la Reina Isabel hasta Richard Gere. Los “Grand Hotels” son parte importante de la historia de Alemania.
Hotel Adlon, de Berlín
El Hotel Adlon, de Berlín, es uno de los hoteles más conocidos de Alemania. Está situado directamente frente a la Puerta de Brandeburgo. Fue inaugurado en 1907 y destruido durante la II Guerra Mundial. Noventa años más tarde, renace con todo su brillo. Es un hotel de lujo y lo visitaron grandes como Marlene Dietrich y Michael Jackson.
Hotel Cuatro Estaciones, Hamburgo
El hotel Cuatro Estaciones (Vier Jahreszeiten) es uno de los más sencillos. Los visitantes disfrutan el lujo de otra manera, por ejemplo, en su gran salón de tratamientos, unos cien metros cuadrados a lo largo de los que se extienden saunas, baños de vapor y gimnasios. Desde allí se obtiene una vista panorámica de la ciudad de Hamburgo.
Hotel Elephant, de Weimar
El Hotel Elephant, sobre la plaza central de Weimar, fue fundado en 1696 y tiene larga tradición. Con el correr de los siglos fue restaurante, oficina de correos y hotel de lujo. Figuras del clasicismo como Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich Schiller solían albergarse aquí.
Hotel Taschenbergpalais, Dresden
El hotel Taschenbergpalais, en Dresde, fue construido en el siglo XVIII como residencia de una de las amantes del príncipe del electorado Augusto el Fuerte. Fue destruido durante la II Guerra Mundial y se lo reconstruyó en 1995. El hotel es una joya arquitectónica histórica con diseño moderno. El Zwinger de Dresde, un edificio barroco famoso como la iglesia Frauenkirche, se halla junto al hotel.
Bayerischer Hof, de Múnich
Por orden de Luis I de Baviera se inauguró en 1841 el hotel Bayerischer Hof, en el centro de Múnich. El rey buscaba un albergue confortable para sus huéspedes. Hoy es un hotel de cinco estrellas, uno de los mejores del mundo. Posee 340 lujosas habitaciones, 65 de las cuales son suites, algunas en estilo original bávaro, y otras de diseño moderno.
Grandhotel Petersberg, Bonn
El Grand Hotel Petersberg, en las afueras de Bonn, tuvo un papel clave en la Alemania de posguerra. Allí residieron representantes de los aliados occidentales luego de la II Guerra Mundial. Hoy no solo es un hotel, sino también albergue para huéspedes del Gobierno alemán, y allí se realizan conferencias y encuentros nacionales e internacionales.
Breidenbacher Hof, Düsseldorf
El hotel Breidenbacher Hof, de Düsseldorf, es un lugar tradicional, ubicado en la avenida Königsallee, una de las más famosas de esa ciudad. Allí vivieron personalidades de la nobleza, como el zar ruso Alejandro II. Al hotel también pertenecen oficinas y una calle de compras con lujosas boutiques. En su “Cigar Lounge” se puede elegir hasta entre 125 tipos de cigarros diferentes.
Castillo de Bensberg, Bergisch Gladbach
El ambiente del hotel del Castillo de Bensberg (Schloss Bensberg), en Bergisch Gladbach, cerca de Colonia, está impregnado de historia. Sus frescos barrocos y esculturas transportan al visitante al pasado. Este gran hotel es un paraíso para los amantes de la buena cocina: su restaurante, Vendôme, fue galardonado con tres estrellas Michelin.
Hotel Colombi, Friburgo
El hotel Colombi está en los márgenes de la ciudad de Friburgo. Su nombre se debe a una familia de la nobleza, la familia Colombi, que había mandado a construir un palacio frente al hotel.
Brenners Park-Hotel, Baden-Baden
“El arte de vivir en armonía con la naturaleza”: ese es el lema del Brenners Park Hotel en la ciudad de Baden Baden, en el sur de Alemania. Y, en realidad, este hotel es un pequeño oasis en medio de un enorme parque. En su centro de baños y masajes los huéspedes pueden relajarse y descansar. En sus orígenes fue un balneario, y Camille Brenner lo reformó y lo convirtió en Grand Hotel en 1885.