Los JJOO nunca han convertido dictaduras en democracias
5 de agosto de 2008
El diario flamenco De Morgen, de Bruselas: “Los juegos olímpicos no harán de China una democracia. No lograrán hacer instaurar en China un sistema social de corte europeo y tampoco van a lograr la independencia del Tibet. Eso no es una singularidad china.
Los juegos de Moscú 1980, a pesar de todos los boicots que enfrentaron, no tuvieron ninguna influencia en el desmoronamiento del comunismo. Los juegos de Los Angeles en 1984 o en Atlanta en 1996 tampoco hicieron eliminar la pena de muerte en Estados Unidos.
La experiencia ha mostrado incluso lo contrario. Debido a la realización de grandes eventos la represión ha sido reforzada: más medidas de seguridad, una policía en alerta, más severidad en casos de disturbios.
En México 1968 la policía golpeó a todos los estudiantes que ocupaban una plaza. Aprovechando los Juegos de Múnich 1972 una dura ley antiterrorista logró mucho más apoyo del que hubiera tenido sin ellos. Sólo en China se espera que la Olimpiada genere el efecto contrario.”
Ante violencia terrorista
El periódico Financial Times Deutschland, de Düsseldorf: “Si es cierto lo que dice el cable oficial chino (sobre el ataque de una minoría musulmana contra agentes), sí que es un ataque terrorista. Según la noticia, varios hombres de la etnia uigure, de confesión musulmana, mataron a 16 soldados.
Un Estado no puede más que reaccionar con decidida fortaleza contra terroristas que, ante la inminencia de grandes eventos, quieren causar daño. Las autoridades chinas tienen que hacer todo por garantizar la seguridad de los Juegos que pretenden ser usados por violentos para convertir el evento en un foro para sus objetivos.”
¿La conexión china de Al Kaida?
El rotativo La Repubblica, de Roma: “El Gobierno chino habla de relaciones operativas entre los uigures islamistas. Algunos de los guerrilleros uigures han sido capturados por tropas estadounidenses en los campos de entrenamiento del grupo terrorista Al Kaida en Afganistán.
Y la República Popular China aprovecha toda su influencia en Asia Central para convencer a sus vecinos de que no deben apoyar a los separatistas.
Pero la solidaridad étnica y religiosa de las que los uigures gozan es grande. El deterioro del clima de la situación en los últimos meses no deja ninguna otra duda: también entre los uigures hay quienes han decidido aprovechar la oportunidad que brindan los Juegos Olímpicos para causar daño.”