Los líderes rebeldes ucranianos mueren jóvenes
3 de septiembre de 2018Los rebeldes en Ucrania todavía se están recuperando del asesinato del líder de la autoproclamada "República Popular de Donetsk", Alexander Zajárchenko, quien murió por la explosión de una bomba el 31 de agosto, mientras estaba sentado en una cafetería en el centro de Donetsk. El "ministro de Finanzas" de la entidad y un líder juvenil resultaron heridos en el ataque. Los rebeldes dicen que capturaron a "agentes ucranianos" después de la explosión.
Zajárchenko, de 42 años, es solo el último en una serie de comandantes rebeldes que han muerto de manera dramática. Otro líder de Donetsk, Vladimir Makóvich, sirvió brevemente como el "vicepresidente" de la asamblea rebelde en 2014 antes de desvanecerse en el contexto de la administración rebelde. Murió en 2017, oficialmente a causa de un tumor cerebral. Tenía 54 años de edad.
Muerto en una emboscada
Pocos meses antes de la muerte de Makóvich, el comandante del batallón, Mijail Tolstikh, falleció cuando alguien disparó un cohete incendiario contra su oficina en las afueras de Donetsk. Tolstikh, más conocido por su nombre de guerra "Givi", tenía 36 años en ese momento.
En 2016, uno de los principales líderes militantes, Arsen Pávlov, también conocido como "Motorola", murió cuando colocaron una bomba en el ascensor del edificio de apartamentos en el que vivía. El caudillo ruso de nacimiento tenía 33 años y era el comandante del llamado "batallón Esparta". Los oficiales rebeldes culparon a "agentes ucranianos" de las muertes de ambos comandantes. Kiev negó cualquier participación y acusó a Moscú, describiendo los ataques como "purgas" respaldadas por Rusia.
Ataque cardíaco a los 46
En total, casi una docena de militantes de alto rango fueron asesinados en los últimos tres años. Otros enfrentaron enfermedades inesperadas. El primer líder de la "República Popular de Lugansk", Valeri Bolotov, de 46 años, falleció a principios de 2017 mientras estaba en su apartamento de Moscú. La causa de su deceso, según el informe, fue insuficiencia cardíaca, pero algunos medios de comunicación especularon que el político había sido envenenado. Bolotov había renunciado a su cargo en Lugansk ya en agosto de 2014 y se había mantenido lejos del ojo público hasta su muerte.
El cercano colaborador de Bolotov, Gennadi Tsipkalov, de 43 años, supuestamente se suicidó en 2016 mientras estaba bajo custodia. Estaba siendo investigado por un presunto intento de golpe. La muerte de Tsypkalov también provocó rumores de que el político, que una vez fue primer ministro de la entidad con sede en Lugansk, fue asesinado.
Espiral de acusaciones entre Kiev y Moscú
Este último ataque que cobró la vida de Zajárchenko ha vuelto a activar la espiral de acusaciones entre Kiev y Moscú. Rusia rápidamente declaró que tiene "todas las razones para creer" que Ucrania está detrás de la explosión. Esto fue corroborado por rebeldes, que se refirieron a los sospechosos que tenían bajo custodia.
A su vez, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ofreció dos teorías sobre el asesinato de Zajárchenko: podría haber sido asesinado debido a una lucha de poder entre los caudillos, como también pudo haber sido eliminado por agentes rusos después de perder la confianza de Moscú.
Es poco probable que Zajárchenko sea el último líder rebelde en morir violentamente en la lucha en Ucrania, que ya ha cobrado más de 10.000 vidas.
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