Los mercados de Navidad dan vida al invierno alemán
2 de diciembre de 2008Para algunos, un periodo frío, oscuro y sin gracia. Para otros, una época festiva y llena de encanto. Gracias a los mercados de Navidad, en el pueblecillo más pequeño como en la ciudad más grande, el invierno adquiere un color diferente, un áurea de año que se acaba. Con amigos, familiares o compañeros de trabajo, estos mercadillos se convierten en lugar de visita obligada.
Pero decidir a dónde ir no es fácil. DW-WORLD hace un repaso a los mercados de Navidad más conocidos y presenta algunas curiosidades por riguroso orden alfabético.
Aquisgrán: la ciudad de los Spekulatius
Millones de personas visitan el mercado de Navidad de Aquisgrán, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia. En la plaza de la catedral de esta ciudad famosa por haber sido el hogar de Carlo Magno, los “Reibekuchen”, una masa frita hecha de patata rayada, los tradicionales “Spekulatius”, galletas navideñas, y los dulces llamados “Aachener Printen” hacen cada año las delicias de propios y extraños. En total, más de 100 puestos se reparten la plaza hasta el 23 de diciembre.
Berlín: el mercado con más público
En la capital alemana abren sus puertas varios mercados cada Navidad. Uno de los más famosos es el situado junto a la Kaiser Wilhelm Gedächtniskirche, la iglesia que honra al emperador Guillermo. Durante 16 días, el aire se cubre de olor a almendras tostadas y vino. Con unos cuatro millones de visitantes por temporada, este mercado es el más concurrido del país y permanece abierto hasta el uno de enero.
Otro mercado interesante en Berlín es el que ocupa el Gerndarmenmarkt, una de las plazas más bellas de Europa, que cierra el 31 de diciembre.
Colonia: el abeto más luminoso de Renania
La ciudad a orillas del río Rin recibe cada Navidad tal número de viandantes adicionales que la policía se ve obligada a controlar la multitud. Junto a su impresionante catedral gótica cualquier mercado navideño encuentra el escenario propicio para transmitir el ambiente de estas fiestas.
Y por si la majestuosidad de la catedral no fuera suficiente, aquí se decora un abeto navideño de altura igual a la de la iglesia: 26 metros, lo que resulta 8,5 toneladas de peso. Vía mensaje de texto se puede encender con el móvil una vela del árbol. El dinero recaudado con los SMS se destina a obras benéficas. Según los organizadores, ningún otro árbol está tan iluminado en toda Renania. El 23 de diciembre, un día antes de Nochebuena, cierra el mercado.
Pero en Colonia hay otra curiosidad: frente al museo del chocolate se habla alemán antiguo en un mercado navideño de estilo medieval. Además, hay mercados en el casco viejo, en las plazas de Heumarkt, Neumarkt y Rudolfplatz, en el parque Stadtgarten e incluso sobre un barco.
Dresde, Fráncfort, Leipzig, Lübeck, Múnich, Núremberg y Rostock. ¡Siga leyendo!
Dresde: el mercado más antiguo de Alemania
La capital del Estado de Sajonia está orgullosa de contar con el mercado de Navidad más antiguo de Alemania. Fundado en 1434, el Dresdener Striezelmarkt le debe su nombre al “Hefestriezel”, un bollo trenzado que con el paso de los siglos se convirtió en uno de los dulces de Navidad más famosos de Alemania, el “Dresdener Christstollen”.
Típicos de esta ciudad son también los “Pflaumentoffel” y las pirámides navideñas: ambos adornos de Navidad hechos de madera con minuciosos detalles, los primeros unos muñecos y las segundas unas estructuras giratorias con forma de cono y con diversas plantas. También de esta región proceden los típicos “Räuchermänner”, unos muñequillos, igualmente de madera, que expulsan humo por la boca o la pipa.
Dresde está considerada la ciudad navideña por excelencia. Sus mercados cierran el 24 de diciembre.
Fráncfort: más de 600 años de tradición
El mercado de Navidad de esta ciudad en el Estado de Hesse tiene mucho que ofrecer, entre otras cosas un árbol navideño adornado con cuatro mil luces y campanas doradas. Hasta el 21 de diciembre el mercado permanece abierto al público.
Leipzig: el mayor calendario de adviento
Otro mercado con larga historia es el de la sajona Leipzig, que fue montado por primera vez en 1767. En la calle Böttchergasse se alza uno de sus mayores atractivos: un gigantesco calendario de adviento que abarca una superficie de 857 metros cuadrados. Del 1 al 24 de diciembre, cada día puntualmente a las 16:30 se abre una de las ventanitas del calendario, que miden dos por tres metros. Además, los diferentes mercados de Navidad de Leipzig suman un total de 250 puestos y pueden visitarse hasta el 22 de diciembre.
Lübeck: la capital del mazapán
El primer mercado de Navidad que tuvo Lübeck data de 1648. La ciudad es famosa por ser la capital del mazapán. En el mágico escenario de sus calles, incluidas en la lista de patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, las fiestas navideñas tienen un sabor especial. Sus mercados cierran el 23 de diciembre.
Múnich: un gran mercado de belenes
El Christkindlemarkt, el mercado del niño Jesús, es uno de mercados de Navidad más famosos del mundo. Tiene lugar desde 1628 y abre sus puertas todos los años antes del primer día de adviento para cerrar pasadas las fiestas navideñas. Desde 1948 se lleva a cabo una ceremonia especial de apertura en la que el niño Jesús, representado por un joven muniqués, lee el pregón.
Unos 180 puestos ofrecen a los visitantes dulces navideños tradicionales como “Lebkuchen”, un pan de miel, o “Früchtebrot”, frutas secas con especies. Y, estando en Baviera, no podían faltar las salchichas. Además, en los mercados de Navidad de Múnich, abiertos hasta el 24 de diciembre, se puede admirar la artesanía de la región.
Rostock: el mercado más grande del norte
El mercado de Navidad más grande del norte de Alemania tiene algunas peculiaridades. Primero, Papá Noel llega en barco. Segundo, en sus tradiciones se mezclan claros elementos de influencia vikinga. En los 250 puestos alzados a lo largo de tres kilómetros de mercado navideño no sólo se encuentran especialidades de la zona, sino también de Finlandia, Suecia y los países bálticos. El 22 de diciembre se aquí echa el candado.