Los paisajes naturales más bellos de Europa

Los visitantes de la remota región noreste de Finlandia podrían, si tienen suerte, avistar lobos, alces y osos pardos. Estas son especies que se han extinguido en otras partes del mundo. El parque nacional Hossa cuenta con espesos bosques de coníferas y lagos cristalinos, que son ideales para los excursionistas que buscan salir de los caminos acostumbrados.

Los que anhelan experimentar la naturaleza virgen de los países nórdicos tal vez quieran dirigirse al parque nacional Sarek, en Suecia. La vasta y completamente deshabitada zona de la provincia de Laponia es un paraíso para los aventureros. La reserva cuenta con algunas de las montañas más altas del país y muchos glaciares. Con un poco de suerte, los visitantes pueden incluso ver la aurora boreal.

Esta extensa reserva natural (3.500 kilómetros cuadrados) en el sur de Noruega es una escapada ideal para los fanáticos de imponentes paisajes montañosos. Jotunheimen, que se traduce como "hogar de los gigantes", también cuenta con muchos lagos impresionantes. El lago Gjende, una visita obligada, obtiene su color verde esmeralda del deshielo de los glaciares.

Esta escarpada cadena montañosa, que se extiende en la frontera germano-checa, ofrece fantásticas rutas de senderismo para entusiastas y principiantes por igual. Y las vistas desde Decunsky Sneznik, la montaña más alta de la región en el lado checo, son impresionantes.

Esta región a lo largo de la frontera germano-belga cuenta con uno de los últimos páramos altos que quedan en Europa y el cual se puede explorar a través de una red de caminos entarimados. El alto promedio anual de precipitaciones y los niveles de humedad de la zona han dado lugar a un ecosistema único.

El parque nacional de los Lagos de Plitvice es uno de los más antiguos y más grandes de su tipo en Croacia. Ubicado en la zona kárstica montañosa del país, es conocido por sus hermosos e interconectados lagos y cascadas. Los visitantes pueden incluso reconocerlos por las adaptaciones cinematográficas de las obras del autor alemán Karl May, generalmente ambientadas en el Viejo Oeste estadounidense.

El lago Skadar es el cuerpo de agua más grande de la península de los Balcanes, aunque su tamaño exacto varía según la temporada. Dirígete aquí si disfrutas de idílicos monasterios isleños, la observación de aves o simplemente empaparte de la naturaleza virgen.

Esta franja costera en Liguria, en el noroeste de Italia, es mundialmente famosa por sus pintorescos pueblos y sus fantásticos senderos. Inscrita como patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1997, es perfecta para hacer turismo, relajarse y hacer caminatas para eliminar calorías. Sin embargo, es posible que las recupere rápidamente, ya que también es famosa por su cocina.

El parque nacional de Calanques, cerca de la bulliciosa ciudad portuaria francesa de Marsella, se extiende a lo largo de la costa mediterránea con sus impresionantes vistas. Sus bahías parecidas a fiordos y su riqueza de flora y fauna se suman a la sensación de paraíso en la tierra para los amantes de la naturaleza, especialmente los excursionistas y ciclistas.

Situado en la cordillera de los Pirineos españoles, el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido presenta valles profundos y picos nevados, bosques verdes y una gran cantidad de vida salvaje. La zona es ideal para caminar, escalar rocas o simplemente disfrutar de las impresionantes vistas. (rr/few)