Los partidos pequeños no la tienen fácil
27 de agosto de 2013La primera impresión engaña. En total, 39 partidos han sido autorizados para presentarse en las elecciones al Parlamento Alemán, el 22 de septiembre de 2013. De éstos, posteriormente, cinco decidieron retirar su postulación. Sin embargo, en Alemania, debido a la cláusula que exige un cinco por ciento para entrar en el parlamento, solo muy pocos partidos suelen tener una posibilidad realista de llegar al Bundestag.
El último partido que logró obtener más de un cinco por ciento del número total de votos fue el partido de Izquierda, die Linke, en el año de 1998. 15 años antes, los Verdes habían logrado entrar por primera vez al Parlamento.
La relativa estabilidad de los partidos en Alemania no solo se debe a la cláusula del cinco por ciento. “En Alemania tenemos una fuerte concentración centrista, los partidos establecidos ya casi no se diferencian el uno del otro”, dice el politólogo Karl-Rudolf Korte. El espectro político de otros países, añade, es mucho más heterogéneo y polarizado. Alemania es políticamente más estable, afirma Korte, pero, al mismo tiempo, los electores, en cierto modo, llegan a aburrirse. “Los partidos pequeños pueden sacar provecho de esto, porque reciben más atención.”
Dos nuevos actores
Dos nuevos partidos que últimamente han recibido más atención son el Partido Pirata, que se declara el partido oficial de la era de Internet, y la Alternativa para Alemania (AfD), que se constituyó a partir de las protestas en contra de la política de salvación del euro del gobierno de Merkel.
El Partido Pirata alemán se fundó en 2006 y, entretanto, está representado en cuatro parlamentos de los Estados federados. Actualmente cuenta con aproximadamente 31.000 miembros. La Alternativa para Alemania se fundó oficialmente en febrero de este año y cuenta con 15.000 miembros, entre ellos, muchos tránsfugas de los partidos cristianodemócratas CDU/CSU y del partido liberal FDP. De los partidos pequeños, además, solo el partido de extrema derecha NPD, el partido comunista MLDP, así como la agrupación ciudadana Electores Libres están representados en cada una de las 16 listas del país.
Opacidad demoscópica
Según encuestas de los grandes institutos demoscópicos, los Piratas y la AfD contarán con entre un dos a un cuatro por ciento de los votos de los electores. Si, además, se toma en cuenta la tolerancia estadística de error de unos cuantos puntos porcentuales, ambos partidos tienen buenas posibilidades de entrar al Parlamento.
Los partidos establecidos tienen los ojos puestos en los dos nuevos partidos y, desde un principio, trataron de frenar su popularidad, ya que cambiarían la mayoría proporcional en el Parlamento habitual de cinco fracciones, complicando las coaliciones.
Todo menos un partido monotemático
Aunque la crisis del euro es el tema principal de la AfD, Bernd Lucke, fundador y portavoz del partido, se esfuerza en demostrar que no se trata de un partido monotemático sin programa. En conferencia de prensa en Berlín, poco antes de las vacaciones de verano, Lucke presentó tres comisiones de expertos en política energética, salud y defensa. Sin embargo, las declaraciones programáticas tienen un tinte igual de populista que la propuesta para la salvación del euro, por lo que no hubo gran resonancia en los medios. “Solo un 20 por ciento de los ciudadanos nos conocen”, admite Lucke. Ahora, la AfD pretende duplicar su grado de popularidad mediante una activa campaña electoral en las calles.
Comparado con países vecinos como Francia u Holanda, los partidos populistas de extrema derecha no la tienen fácil en Alemania para posicionarse a nivel federal. Otra peculiaridad alemana, sobre todo en comparación con el área anglosajona, es que aún los medios conservadores son más moderados y tienden a informar de forma crítica sobre los extremos del espectro de partidos.
Auge y caída
Después del auge del Partido Pirata, a finales de 2012, según las encuestas su popularidad cayó fuertemente. Durante mucho tiempo, la nueva dirección del partido proyectó una mala imagen en público, mermando la confianza de los electores.
El periodista de Internet Sasha Lobo cree que el escándalo en torno al espionaje de la NSA representa una nueva oportunidad para el Partido Pirata de ganar más adeptos. No obstante, el politólogo Korte se muestra escéptico al respecto: “El escándalo llega demasiado tarde, porque los medios establecidos han perdido el interés en los Piratas”.
En caso de que el Partido Pirata o la AfD entraran al Parlamento alemán, ambos contarían con 40 diputados, y dejarían de ser, de una vez por todas, "partidos pequeños".
Autor: Kay-Alexander Scholz/ VC
Editor: Emilia Rojas Sasse