Los rusos se convirtieron en inmigrantes ilegales en Ucrania
27 de septiembre de 2022"No puedo simplemente sentarme y esperar a que me deporten a Rusia", se lamenta Maxim Pashchenko, un ruso casado con una ucraniana que ha vivido en Ucrania los últimos años. Desde el 24 de febrero, cuando comenzó el ataque de Rusia, el Servicio de Migración de Ucrania dejó de aceptar documentos rusos. "No puedo extender mi permiso de residencia", cuenta a DW.
Pashchenko es uno de los 175.000 ciudadanos rusos que ya tenían permiso de residencia y permanecen en Ucrania. El estatus de estas personas se rige por la ley de extranjería. Sin embargo, desde el comienzo de la guerra, el Servicio de Migración ha dejado de otorgar prórrogas. En algunos casos, la autoridad incluso amenaza con la deportación. Pashchenko tiene miedo porque en Rusia participó en las protestas de la oposición y en Ucrania está recaudando donaciones para el Ejército ucraniano como voluntario.
Otro de los casos con amenaza de deportación es el de Maxim Goshkovski, que ha vivido en Ucrania durante más de diez años. Allí participó en la Revolución de la Dignidad de 2014. Su proceso de nacionalización lleva ocho años, pero para recibir finalmente la ciudadanía ucraniana debe ser liberado de la ciudadanía rusa, y no alcanzó a hacerlo antes de la invasión: "Habría tenido que ir a Rusia, pero habría terminado en la cárcel. Participé en las protestas en el Maidán de Kiev, fui activo como voluntario en el Donbás y saqué a los muertos de Ilovaisk. Seguro que en Rusia habrá cargos criminales en mi contra".
En los primeros días de la guerra, las noticias de las autoridades ucranianas dieron esperanza, tanto a Pashchenko como a Goshkovski, al indicar que los extranjeros también podrían, por el momento, "presentar un documento vencido". Pero en mayo lo detuvieron inesperadamente en un puesto de control y lo llevaron al servicio de migración. Unas horas después, tenía el sello de deportación en su pasaporte, según el cual debía partir hacia su país de origen o hacia un tercer país. Pero se quedó en Ucrania y presentó una demanda contra la agencia.
"Falta de seguridad jurídica"
Según el Servicio de Migración, 635 ciudadanos rusos han recibido el sello de deportación en sus pasaportes en los últimos seis meses. Xenia Prokonova, abogada especializada en derecho migratorio, dice que las acciones de la agencia son una especie de reacción defensiva ante la guerra. "Nadie podía prever o planificar un procedimiento", dijo a DW.
Prokonova ha recibido decenas de solicitudes de asistencia legal de ciudadanos rusos y bielorrusos. La abogada señala que ahora es casi imposible que las personas con pasaportes rusos prorroguen sus permisos de residencia u obtengan pasaportes ucranianos. Ella cree que el servicio de migración debería regular mejor su relación con los ciudadanos rusos en lugar de ignorarlos.
"Inmigrantes ilegales"
A pedido de DW, la autoridad migratoria ucraniana explicó que está esperando "hasta que el parlamento apruebe una ley que regule cómo tratar a los ciudadanos del estado agresor". Hasta entonces, las solicitudes de ciudadanos de la Federación Rusa se detendrán.
El abogado Volodimir Shbankov cree que mientras no haya regulaciones oficiales, el propio Estado ucraniano convertirá a las personas de origen ruso en "inmigrantes ilegales". Esto plantea riesgos para el país. "Es lógico registrar a esas personas por seguridad. Ellos mismos son quienes acuden a las autoridades, y ellos pasarán por todos los controles necesarios”, dice Shbankov a DW, y agrega que el comportamiento actual del servicio migratorio obliga a las personas a esconderse.
Maxim Pashchenko dice que le gustaría tener la ciudadanía ucraniana, pero si no se soluciona su problema, él y su esposa se instalarían en otro país europeo. "En lugar de ganar un ucraniano, Ucrania perderá un ciudadano", dice el hombre.
(mn/cp)