Lothar Hintze: un alemán secuestrado en Colombia
29 de marzo de 2005A mediados de marzo se cumplieron cuatro años del secuestro del alemán Lothar Hintze a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. El hotelero radicado en Colombia y casado con una colombiana apareció en una lista de 63 personas que la guerrilla pretende canjear por insurgentes presos.
Hace tres años la guerrilla de las FARC secuestró a tres alemanes, especialistas de la Agencia Alemana para la Cooperación (GTZ) y del Ministerio Alemán de la Cooperación y el Desarrollo (BMZ). Fueron liberados tres meses después gracias a los intensos esfuerzos del gobierno alemán y de la Unión Europea. Hintze es el único alemán en manos de la guerrilla colombiana y su nombre fue incluido por el gobierno colombiano en un ultimátum a las FARC en el que se ofrecía la suspensión de la extradición del jefe guerrillero Simón Trinidad a Estados Unidos, a cambio de la libertad de 63 personas en su poder. La guerrilla no respondió a la propuesta.
El periodista alemán Rolf Pflücke viajó en diciembre pasado a Colombia para filmar un documental sobre la situación imperante en el país andino. En entrevista con DW-WORLD, Pflücke señala que tanto el gobierno alemán como el colombiano dicen haber hecho todo lo posible por su liberación, pero cita las declaraciones de la esposa de Hintze quien cree que el caso de su marido ‘no es tan importante’ para el gobierno alemán por tratarse de un ‘ciudadano de segunda categoría’, por su condición de medio colombiano.
Un testigo colombiano, también secuestrado, aseguró haber visto a Hintze durante su cautiverio. Al parecer ha sido castigado duramente por la guerrilla por haber intentado huir en tres ocasiones. Hintze llegó a Colombia en la década de los setenta y fue profesor de alemán en la Universidad Javeriana de Bogotá. Después fundó una cadena de panaderías que alcanzó cierto reconocimiento y también construyó el hotel Club Náutico Hintze, que administraba hasta que fue secuestrado por la guerrilla.
DW-WORLD. ¿Que duración tuvo su último viaje a Colombia y dónde estuvo usted?
Rolf Pflücke: Estuvimos en diciembre en Bogotá y tras un recorrido en la Sierra Nevada detrás de las pistas de la guerrilla de la FARC y el ELN partimos de Bogotá al sur del país. Después de un viaje de 5 horas en coche llegamos al lago “El Prado”, en donde Lothar Hintze tenía un hotel. Rentamos una lancha de motor y recorrimos la zona de paisajes paradisíacos. A bordo iba con nosotros un conocedor del lugar, que nos mostró dónde estaba ubicado el hotel de Hintze. Fuimos interceptados por soldados. Nos controlaron y tuve la impresión de que el ejército ha ganado el control de la zona que durante años estuvo dominado por la guerrilla de las FARC. Llegamos a tierra e inmediatamente entré en conversación con el mayordomo, quien me relató lo que pasó hace cuatro años en marzo, como llegó una noche un comando de la FARC, fuertemente armados con rifles automáticos, ocho hombres que lo secuestraron.
¿Que ha hecho hasta ahora la familia, pagó algún rescate?
Su esposa, Rosi Hintze, me dijo que los primeros días tras su secuestro recibió varias llamadas de las FARC que no dejaban duda sobre su pretensión de recibir un alto rescate, ella no mencionó una suma concreta, pero yo deduzco, tras conversaciones con la embajada alemana en Bogotá que fueron más de 100.000 dólares lo que se pidió. Los secuestradores fueron subiendo la suma a medida que se percataron que el secuestrado no era ningún ciudadano colombiano corriente, sino un extranjero presumiblemente acaudalado. Su esposa me dijo que al final la guerrilla reclamó una cantidad exorbitante, algo así como 3 millones de dólares. Lo que la familia no podía cubrir bajo ninguna circunstancia. La esposa pagó mucho dinero, yo creo que más de 100 mil dólares pero ahí terminó la disposición de la familia de seguir negociando con la guerrilla.
¿Con que miembros de la familia habló usted?
Hablé en una ocasión con su esposa. Ella estuvo en una emisión de la estación radial Caracol, “Voces del Secuestro”, se la veía atemorizada, temía represalias y eventualmente que la secuestraran también. En Colombia tras una experiencia así, uno vive con miedo. Ella no quería hablar abiertamente. Repetía una y otra vez que los secuestradores se habían equivocado en su creencia de que la familia fuera adinerada. Que se pagó lo que se pudo pero que no se podía pagar nada más. Eso fue confirmado por la embajada alemana.
Como testigo de este drama familiar ¿cuales son sus reflexiones en el caso Hintze?
Sabemos que en Colombia cada año son secuestradas miles de personas y muchas lo serán todavía. Que actualmente hay unos 4 mil secuestrados en alguna parte del país, que son mantenidos en cautiverio en campos secretos por la guerrilla. Entre ellos hay muchos soldados y policías, pero también civiles y extranjeros, de estos últimos hay una docena, estadounidenses y europeos. Entonces la guerrilla sabe que los puede utilizar como rehenes políticos. Así es como Hintze ha entrado en una especie de lista de los secuestrados de importancia política entre los que se encuentra también la candidata presidencial Ingrid Betancourt. Se cree que podrían ser utilizados para intercambiarlos por guerrilleros presos. Ésa es la única esperanza que tiene la familia, pero a mi me dijo alguien que sostiene haber visto a Hintze mientras lo transportaban de un lugar a otro de la selva, que se encontraba muy mal, que ha intentado huir en tres ocasiones y que ha sido castigado muy duramente al grado de encadenarlo durante el día a un árbol. Cito a un hombre que lo vio, que estuvo secuestrado con él. Quien estuvo en la emisión de Voces del Secuestro, un colombiano.
¿Cree usted que ha hecho lo suficiente el gobierno alemán?
Intenté averiguarlo todo tanto en Berlín como en la embajada de alemania en Bogotá. Tuve la impresión de que creen haber hecho lo que se podía y que siempre se han dado contra la pared, hablé con el jefe del equipo de emergencias del ministerio alemán del Exterior, el viceministro Jürgen Coburg, quien me dijo textualmente: “Sabe usted hay algunos casos en los que durante años no podemos avanzar. En Colombia los secuestros duran 5 o 6 años, y también en este caso no vemos ninguna posibilidad, hemos hecho lo que podíamos”. La señora Hintze pone esto en tela de duda, ella dice que hay cautivos de segunda clase. Cuando fueron secuestrados alemanes de la Agencia Alemana para la Cooperación Técnica, el gobierno alemán trabajó de manera intensiva para su liberación, por lo que fueron liberados rápidamente. La Sra. Hintze, señala que el caso de su marido no era tan importante para el gobierno alemán por tratarse de un ‘medio colombiano’, alguien que llevaba ya muchos años viviendo en Colombia, casado con una colombiana. “Un secuestrado de segunda categoría”. Esto tenía un dejo de amargura y en su situación, comprensiblemente”.
¿Ha hecho algo el gobierno colombiano?
Hablé con el ministro de Defensa, el subsecretario de Defensa de Colombia, quien me confirmó que se había hecho todo lo posible. Que incluso se había considerado el hacer un operativo de rescate por fuerza militar. Eso fue rechazado vehementemente por la familia, al igual que en el caso de Ingrid Betancourt y otros. Una liberación por medio de la fuerza conlleva un gran riesgo. Aunque son dirigidos por el ejército y por los servicios secretos que siguen las pistas, escuchan conversaciones radiales de la guerrilla y así es como detectan una pista certera que conduce al lugar del cautiverio, el riesgo de muerte con un operativo militar es demasiado grande.
El documental del Rolf Pflücke sobre el secuestro en Colombia será transmitido en dos partes durante el mes de abril en la cadena, ZDF, bajo la rúbrica “Auslandsjournal”.