Luisa Ortega y la fragmentación del chavismo
5 de julio de 2017El Día de la Independencia encuentra esta vez a Venezuela sin mucho que celebrar: un grupo de simpatizantes del gobierno entra al Parlamento, hiriendo a algunos diputados, mientras el ex policía que reivindicó el ataque de hace unos días contra el Tribunal Supremos de Justicia y el Ministerio del Interior, reaparece en un video difundido en las redes sociales con una proclama contra el gobierno Dos expresiones más de la convulsión en que se ha sumido el país.
Lea también:
UE-Venezuela: ¿se avecinan las sanciones?
Un símbolo de la división
El enfrentamiento entre las instituciones, que alcanza un nuevo clímax con el proceso impulsado por el oficialismo para destituir a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, pone a la vez de manifiesto la fragmentación que existe al interior del régimen. Así lo hace notar Susanne Gratius, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora de la Fundación CIDOB. "Ella es solamente un símbolo de esta creciente división. Porque mientras más autoritario se pone el gobierno actual, más oposición va a tener también dentro de las propias filas. Cuanto peor se pone la situación económica, más divisiones habrá”.
Luisa Ortega emerge como un símbolo de la disidencia chavista que aboga por el respeto a la Constitución que el presidente Nicolás Maduro pretende modificar llamando a una Constituyente. "Es la línea de los que quieren por lo menos mantener la fachada democrática, de la que queda cada vez menos”, apunta Susanne Gratius.
"Ella ha dicho que está defendiendo la Constitución, las leyes y las instituciones. Que es una chavista, pero demócrata”, señala por su parte Agustín Blanco Muñoz, historiador y doctor en ciencias sociales, autor entre otras obras del libro "Habla el Comandante”, que recoge 15 entrevistas con Hugo Chávez. Y menciona también el otro escenario que se comenta en Caracas: "No tengo pruebas, por lo tanto soy muy cuidadoso en decir que todavía esto se maneja a nivel de hipótesis, pero se dice que la fiscal formaría parte de una fracción (del chavismo) que estaría empeñada en avanzar hacia la sustitución de Maduro”.
Luisa Ortega y Leopoldo López
La fiscal general venezolana, desde ya, es vista como una "traidora” por los maduristas. La fiscal, por su parte, califica el proceso que se pretende realizar en su contra como "un golpe de Estado” y "un circo”, desconociendo la legitimidad del TSJ para llevarlo adelante. Pero todo parece indicar que la causa seguirá delante. "Ella misma sabe perfectamente que está destituida. Lo que falta es saber cuándo. Aquí se habla de cinco días, o pueden ser unos cuantos días más”, indica Agustín Blanco, quien se muestra escéptico acerca la figura de Luisa Ortega. Hace notar que ella guardó silencio durante mucho tiempo, también ante la nominación de los jueces "exprés” en los días previos a la constitución de la Asamblea Nacional de mayoría opositora.
De todos modos, Susanne Gratius destaca que "por primera vez emerge una figura importante del chavismo con una voz disidente, una figura que es víctima de su propia gente”. La politóloga aventura que allí podría forjarse una alianza con la oposición, que la fortalecería mucho. De hecho, Luisa Ortega ya ha recibió el apoyo del partido Voluntad Popular, de Leopoldo López. "Tenemos una oposición tan débil, que anda buscando apoyos. Dicen que en este momento conviene apoyar a la fiscal, porque significa un paso para dar más inestabilidad a este gobierno. Eso puede tener parte de verdad. Pero también habría que tener alguna posición ética o moral, porque fue la misma señora que firmó materialmente la prisión de Leopoldo López”, subraya el analista venezolano.
Blanco no cree que Luisa Ortega pueda tener una ascendencia política mayor. "No la veo como un fenómeno político que pueda aglutinar a descontentos”, indica, y menciona dos factores: la existencia de figuras de mayor peso en la disidencia chavista y el recelo existente en gran parte de la población hacia lo que provenga del chavismo, cualquiera sea su fracción. "Son muchos los muertos y muchos los presos” que ha habido durante su mandato.