Mélenchon: picnic con la izquierda francesa

Es un gran seductor: Jean-Luc Mélenchon sabe cómo interesar, entretener y convencer a potenciales electores. Los debates televisivos lo transformaron en el rey de las encuestas.  Sobre el escenario baila como un boxeador, a orillas del Garonne, donde convocó a un "picnic político”. Llegaron varios miles de personas. Es una de las últimas oportunidades del candidato independiente a la presidencia para embelesar a los asistentes con su visión de una Francia "socialista radical”, lo que sus adversarios llaman "comunista”.

 

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La lucha electoral en Francia termina el viernes 21 de abril. El domingo 23, los franceses votarán para determinar qué candidatos pasarán a la segunda vuelta. No solo en la izquierdista Toulouse, sino en todo el país, la población aguarda expectante el resultado de la primera vuelta.

Esperanzas de victoria

"El juego aún no ha terminado, vamos por todo”, dice Leila Chaibi, una de las activista de las manifestaciones "Nuit Debout” del año pasado en París, contra las reformas que François Hollande planeaba realizar en el mercado laboral. Desde el otoño pasado trabaja en el equipo electoral de Jean-Luc Mélenchon.

 "Nos hallamos en la fase final”, dice Leila, "y luchamos por ganar el sufragio de los electores que la vez pasada votaron por Hollande". Leila apoya ciento por ciento el programa de reformas políticas y económicas radicales que Mélenchon quiere implementar en Francia. En las elecciones de hace cinco años, Mélenchon solo recibió el once por ciento de los votos. Actualmente, en las encuestas figura con un 20 por ciento.

"Nos apoyan, sobre todo, los jóvenes, los pequeños propietarios de tiendas, los trabajadores”, explica Leila. ¿Se halla Francia, la segunda economía de Europa, ante un cambio político radical? Para Leila, la pregunta se responde por sí sola: "Nueve millones de personas viven bajo el umbral de pobreza, un diez por ciento son desempleados de largo plazo”.

Contra la UE, la OTAN y el resto del mundo

Sobre el escenario, Jean-Luc Mélenchon interacciona con el público: "¿Queremos una vida con menos trabajo?” "Sí”, exclama la multitud, que grita a viva voz "¡Acabar con ellos!” cuando Mélenchon habla acerca de qué hacer con el capitalismo financiero, el neoliberalismo y otros fantasmas de la izquierda. Pero, el candidato resalta también sus diferencias con su adversaria Marine Le Pen, de la extrema derecha, a pesar de que también él aboga por abandonar la Unión Europea, si bien quiere intentar primero renegociar los tratados.

Si no lo logra, Francia podría aliarse con países en América Latina y África, dice Mélenchon. Con ello se coloca en la tradición de Karl Marx, que propagó el internacionalismo proletario. El periódico conservador Le Figaro retoma ese componente en un provocador titular: "El loco programa del Chávez francés”. Y como Le Pen, también Mélenchon quiere que Francia abandone la OTAN y sueña con una política de paz mundial sin armas.

Francia y el caos

Sobre el escenario, Mélenchon continúa con su programa, anunciando el fin del sistema presidencialista francés, la fundación de la VI República y una nueva Constitución para Francia. Después de una hora comienzan a irse los primeros asistentes. "Los jóvenes no tienen paciencia, todo lo quieren en lo que dura un tuit”, rezonga una persona mayor. No obstante, gracias a la profesionalidad con la que su equipo de medios sociales administra un blog, un canal de YouTube y una cuenta en Twitter, Mélenchon debe sus principales éxitos a los jóvenes de entre 18 y 30 años.

Los dos jóvenes ingenieros Juliette y Remy aún no saben por quién votarán, al igual que el 30 por ciento del resto de los franceses. Por eso, si bien vinieron a escuchar al candidato, se mantienen en las filas de atrás. A ambos no los convence Mélenchon. "Un par de sus temas me gustan, tales como el feminismo y la política social”, dice Juliette, que, sin embargo, está totalmente en contra de abandonar la UE y piensa que el plan económico de Mélenchon es insensato. "De ninguna manera votaremos por él. Pero, ¿por quién entonces?”, agrega. Ambos temen que en una segunda vuelta deban decidirse por uno de los dos extremos. Eso podría suceder si, después de la primera vuelta, solo quedaran el izquierdista Mélenchon y la derechista Le Pen. Remy teme que, en ese caso, "Francia caerá en el caos”.