Madelaine: "Estamos en situación de emergencia en Nicaragua"
31 de mayo de 2018Son tres estudiantes. Están de gira por Europa para que se escuche directamente su versión de lo que está sucediendo en Nicaragua. Una de ellas es Madeleine Caracas, 20 años, estudiante de Comunicación. DW conversó con ella en Estrasburgo.
DW: ¿Qué significa para ustedes esta resolución que acaba de aprobar el Parlamento Europeo en Estrasburgo?
Para nosotros, como estudiantes y como nicaragüenses, es importante. Necesitamos presión internacional porque el gobierno de Daniel Ortega no entiende a las instancias de diálogo. Mientras tanto sigue asesinando nicaragüenses. A mí personalmente me compete: soy parte de los 13 líderes para los que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pide medidas cautelares.
¿Puede describirnos un poco la situación?
Desde el 18 de abril, Daniel Ortega no ha parado de enviar policía a reprimir a los estudiantes que exigen respuestas por todos los crímenes y atropellos constitucionales que ha cometido. Desde el 18 de abril han muerto más de 80 por exigir cambios y hay aún más que no se han registrado. Que un amigo nuestro, el sustento de su familia, haya caído con un tiro en la frente y otro en el corazón dice mucho de un régimen, que no permite el librepensamiento. Si alguien critica lo que está haciendo es mandado a callar.
Hay fotos de policías tirándole a estudiantes desarmados. Sólo con su voz y su bandera azul y blanca. No es justo. Nos defendemos con piedras, con huleras. Ellos arremeten contra nosotros con balas.
Radio Ya fue quemada, no sabemos qué grupo lo hizo. Nosotros condenamos cualquier acto violento, pero difundieron fotos de estudiantes –incluida yo- para incitar el odio. Nos tildan de criminales.
¿Lo que ustedes querrían sería un cambio de gobierno?
Sí. La represión es cada vez más grande. Hay más de 400 desaparecidos desde abril. Quienes son apresados reaparecen torturados. O muertos. El martes 29, por petición de la Iglesia católica, liberaron a 22 estudiantes que fueron apresados arbitrariamente sólo por protestar.
La verdad, no se nos pasa por la mente que Daniel Ortega siga gobernando. ¿Cómo puede seguir si ya sabemos que en ese tiempo probablemente haga una limpieza de todos aquellos que nos levantamos? ¿Cómo nos vamos a sentir seguros en un país así? Sabemos que los cuatro poderes del Estado son controlados por él y no tenemos una institución a la cual acudir.
En las controvertidas elecciones obtuvo un buen resultado….
Sabemos que las elecciones son fraudulentas. Desde hace rato lo han sido. Hay una gran parte de la población que siempre ha estado insatisfecha y siempre ha sufrido y ha sido vulnerada por este gobierno. Eso se demuestra en las calles, en los más de 200.000 nicaragüenses que marcharon. A esos nadie les pagó. Incluso cuando quitaron el transporte público para que no pudiéramos asistir a las marchas, los nicaragüenses caminaron.
Todo esto viene de más lejos….
Así es. Las protestas iniciaron por las reformas del InS y por los incendios a la reserva Indio Maíz que el gobierno no atendió de forma adecuada. Luego de eso las protestas ya no fueron sólo por Indio Maíz sino por los golpes, la represión, porque no hay libertad de expresión, no hay libertad de prensa. Canales de televisión totalmente censurados.
Durante once años Daniel Ortega atropella los derechos de los nicaragüenses. Durante años los campesinos han sido asesinados por protestar, igual las comunidades indígenas. Los campesinos que se oponen al canal –porque perderían todas sus tierras y las reservas naturales- han sido reprimidos, amenazados, asesinados durante cinco años. Igual llevan ya cien marchas. Francisca Ramírez tiene medidas cautelares porque han intentado muchas veces arremeter contra su vida. Los derechos de las mujeres han sido atropellados: Daniel Ortega penalizó el aborto y tenemos en este momento una de las tasas de femicidios más altas de Centroamérica. Y muchas cosas más….
Estamos en situación de emergencia en el país. Estamos cansados. Nuestra protesta estudiantil ha sido la llama a la que se ha unido el pueblo.
¿Por qué antes no se ha podido encender esa llama?
No sé, pero hemos sido ahora los estudiantes los que iniciamos esa protesta. Las universidades son centro de pensamiento, de espíritu crítico. Nicaragua es un país netamente de jóvenes. Formamos la gran parte de la población y sabemos que Nicaragua siempre ha sido aguerrida.
Los índices internacionales en algún momento de estos dos mandatos en la segunda era de Daniel Ortega no fueron malos. Según el PNUD hubo mejoras en salud y en educación…
Es totalmente debatible. En nuestro país la salud pública es muy precaria; los centros hospitalarios no atienden debidamente. No tienen los medicamentos no existen. El seguro social está en quiebra por la corrupción. Existe educación para todos, sí, pero es muy básica y va de acuerdo a lo que el mundo demanda. Con Daniel Ortega se ha creado una especie de burguesía privilegiada. Personalmente sabemos por nuestros padres y ancianos que la tasa de empleo no es la que ellos dicen, ha cambiado hace mucho tiempo. La realidad es otra y Daniel Ortega no es el revolucionario que luchó en los 70. Sabemos que ahora es un régimen dictatorial que no tiene nada de socialismo.
Para usted personalmente, ¿qué es el Frente Sandinista de Liberación Nacional?
Mi padre y mi familia son sandinistas, desde siempre. Mi padre estaba dispuesto a dar su vida por los ideales con los que crecí. Buscaban la libertad del pueblo nicaragüense. Esos ideales han sido desvirtuados; los símbolos sandinistas ya no son representados por Daniel Ortega. El sandinismo no asesinaba a su propio pueblo.
¿Qué dicen sus padres ahora, al verte de líder estudiantil?
Mi padre tiene mucho miedo porque ha visto las amenazas de muerte, violación y secuestro que he recibido desde que alcé mi voz. Tengo un mes de no estar en mi casa por estar rotando en Nicaragua en casas de seguridad. No soy solo yo.
Es la situación de muchos de mis compañeros y de muchos nicaragüenses. Los estudiantes aparecen asesinados en las calles. Somos el objetivo de la policía y del gobierno: si eres joven y estudiante, según Daniel Ortega, eres delincuente.
Circulan sospechas de que esta gira de ustedes es financiada desde el extranjero…
Eso es parte de la campaña de deslegitimación del gobierno hacia esta insurrección cívica y espontánea que nace de una insatisfacción que Daniel Ortega no quiere escuchar. Esta gira la pagan nicaragüenses que viven en el extranjero, la pagan de su trabajo, nos ofrecen sus casas. Nos han acogido. Como dice una líder campesina: "el pueblo salva al pueblo”. Tenemos necesidad de ser escuchados en el extranjero, porque en nuestro país los medios están controlados por el régimen. Sabemos que la única arma que tenemos es el Internet y las redes sociales.
¿Su protesta tiene algún apoyo político?
No. No confiamos en nadie. En Nicaragua no hay oposición. Todos son los mismos. Los diputados cambian de bancada a cada rato. Los pactos como el de Arnoldo Alemán han deslegitimado a todos los partidos. No es un gobierno socialista ni de izquierda. Somos los nicaragüenses los que estamos en las calles. Ningún partido político, ni liberales, ni conservadores, ni la CIA. Es un despertar, un cansancio de que maten a nuestros hermanos.
¿Qué esperaría de la UE que tiene un tratado de asociación con Nicaragua y América Central y que tiene una cláusula democrática que podría suspenderlo en caso de violaciones a los derechos humanos?
Me interesa el bienestar de Nicaragua. Yo sé que esas contribuciones apoyan a los derechos humanos. Para mí sería aterrador que esa ayuda se retirara. Sin embargo, pido a la UE que haga una advertencia y presión, también para que implemente las 15 recomendaciones de la CIDH. Pero no querría medidas que afecten al pueblo nicaragüense.
Autora: Mirra Banchón (EAL)
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