Las Malvinas de nuevo
2 de febrero de 2012Las tensiones entre Londres y Buenos Aires aumentaron de tono con la acusación del gobierno argentino de una militarización británica en la zona de las Malvinas y su intención de solicitar ante el Senado argentino una declaración de repudio.
El discurso altisonante de la diplomacia argentina responde así a la decisión del gobierno británico de enviar un destructor de última tecnología a la zona, lo que presagia un tenso aniversario de la guerra entre ambos países que en 1982 dejó un saldo de casi mil muertos.
“Enviar un barco de guerra de un millón de libras esterlinas es un mensaje, si lo hacen es porque tienen necesidad”, afirma el investigador Jorge Gordin, del Instituto Alemán de Estudios Globales, GIGA, un Think Tank con sede en Hamburgo.
Para el experto, el gobierno de David Cameron reedita la estrategia seguida por Margaret Thatcher en un momento en el que el proyecto liberal no le cuajaba. “El gobierno británico se encuentra en un momento de vacas flacas y de crisis económica, por lo que la escalada del conflicto responde a los intereses políticos”, añade.
Vieja disputa
La disputa angloargentina en torno al archipiélago que agrupa a dos islas mayores y unas 200 islas e islotes se remonta a 1833, cuando Gran Bretaña ocupó militarmente un territorio donde se estima viven unos 3.000 habitantes, los kelpers, así llamados por una alga que rodea a las islas. Se estima que podría haber una reserva de más de 60 mil millones de barriles de petróleo en las inmediaciones.
Eso es parte del beneficio que supondría para Buenos Aires recuperarlas, según el catedrático Federico Merke, de la Universidad de San Andrés. “El país es visto como una nación incompleta hasta que no se recupere la soberanía sobre las islas, ésto según la tradición más nacionalista que predomina en el gobierno, pero también habría una ganancia política, pues la administración que logre recuperar las islas ganaría mucho apoyo popular", dice.
El experto añade que el tema despierta pasión en el ámbito público, en academias, institutos y las fuerzas armadas. "La tercera ganancia es el potencial económico por las reservas de crudo que se estiman que están ahí”, afirma.
Según el investigador, ese potencial de crudo fue lo que desató la provocación entre ambas partes, cuando Gran Bretaña comenzó con la exploración offshore. La interrogante es qué pasará si descubren petróleo. “¿De quién es ése petróleo?”, pregunta. El investigador subraya que en realidad no hay un peligro bélico inminente. “ninguno de los dos lo desea ni puede”, dice Merke.
Intereses de política doméstica
El asunto ha escalado por convenir así a los intereses de política doméstica de ambos países, según Gordin. “En Argentina, el tema distrae de las dificultades que ha tenido Cristina Fernández en conformar un gobierno y es un tema en el que la población apoya al gobierno, aunque no a cualquier precio”, afirma.
En Gran Bretaña, el primer ministro David Cameron ha dejado a su país aislado de Europa por oponerse a la política fiscal común. “Es una buena manera de recuperar prestigio, pero es una espada de Damocles porque da una excusa para que la armada británica se oponga a los recortes que tenía previsto el Ministerio de Defensa. Cameron se encuentra en un saco de once varas”, advierte Gordín.
El príncipe Guillermo llegó entretanto a las islas para participar en tareas de rescate y búsqueda en el mar en su helicóptero Sea King, con lo que ascenderá a grado de capitán en la Fuerza Aérea británica.
Tendrán que sentarse a negociar
Gran Bretaña no quiere sentarse en la mesa de negociaciones con Argentina, Londres asume que las islas le pertenecen y defiende el derecho a la autodeterminación de sus pobladores”, afirma Gordin. “Pero a la larga es de esperar que Gran Bretaña sea menos intransigente, tendrá que haber conversaciones con Argentina”, destaca el experto de Hamburgo.
Para Federico Merke el conflicto no es bueno para ninguno de los dos países. “Argentina reclama diplomáticamente la soberanía sobre las islas. Eso es un mandato constitucional para cualquier gobierno, es una política de Estado fijada por la Constitución”, explica. Y añade que lo que hace el gobierno es una lectura del derecho internacional anteponiendo el principio de territorialidad por encima del principio de autodeterminación.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas