Memorias de un caníbal
22 de noviembre de 2003La realidad puede ser más truculenta a veces que la ficción. Así lo demostró el caso de Armin M., quien se hizo tristemente conocido como el "Caníbal de Rotenburg". Su historia no tiene nada que envidiar a la de personajes ficticios de Hollywood, como Hannibal Lecter. Y así parece entenderlo el protagonista del caso de canibalismo que estremeció a Alemania el año pasado, que ahora se dispone a relatarla en sus memorias, según lo anunció al periódico Die Welt am Sonntag.
Confesión y arrepentimiento
La intención de Armin M., quien se encuentra en prisión acusado de haber dado muerte al berlinés Bernd Jürgen y haber comido posteriormente partes de su cuerpo, es la de evitar que otros lleguen al punto a que él llegó. Confeso autor de los delitos que se le imputan, el acusado se propone asumir su responsabilidad en el juicio que se iniciará en su contra el 3 de diciembre, en el tribunal regional de Kassel. No obstante, la defensa alegará que se trató de un homicidio a pedido de la víctima, ya que actuó con su consentimiento.
"Reconozco mi culpa y me arrepiento de lo que hice", señaló Armin M. al periódico, asegurando que ahora su objetivo es disuadir a otros "que tengan intenciones similares". Su recomendación es que "se pongan en tratamiento y se abran, para que no se produzca una escalada como en mi caso". Durante los interrogatorios, indicó que estima que el círculo con inclinaciones caníbales abarca a unas 800 personas.
El "Caníbal de Rotenburg", quien perpetró sus actos ante una cámara de video, asegura que ya no siente necesidad de comer carne humana o, con sus palabras "de tener a otra persona dentro de mí". En cuanto a su víctima, con la que trabó contacto a través de internet, dice guardar de él "recuerdos positivos" e intensos: "tengo permanentemente su rostro frente a mi, ello es para mi signo de una relación de camaradería", explicó el acusado al periódico dominical germano.