"Menchú no representa a ninguna ideología política"
22 de febrero de 2007Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, anunció que buscará llegar a la presidencia de Guatemala por la vía electoral. De conseguirlo, la región de Centroamérica tendría con ella, y con Óscar Arias, a dos personajes laureados con el prestigioso galardón al frente de los gobiernos de sus países.
Menchú sería, además, la segunda presidenta latinoamericana en funciones, junto con la chilena Michele Bachellet. La posible elección también haría coincidir a Menchú, por lo menos en el tiempo, con otro mandatario de origen indígena: el boliviano Evo Morales.
Conjuntando todos estos factores, Rigoberta Menchú podría ser la primera mujer de origen indígena en llegar a la presidencia de un país latinoamericano. Por todo ello, y por la historia que antecede a la luchadora por los derechos humanos, no queda duda en cuanto a que su elección sería todo un acontecimiento nacional, regional e internacional.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. DW-WORLD habló al respecto con la Dra. Anika Oettler, del Centro Alemán de Estudios Globales y Regionales, quien ha elaborado numerosos análisis sobre la situación de los derechos humanos en América Latina. Recientemente, la académica comprobó in situ la situación social en Centroamérica.
DW-WORLD: ¿Cómo podría Rigoberta Menchú colaborar a mejorar la apremiante situación social en Guatemala?
Anika Oettler: En general, la candidatura de Menchú debe ser recibida con escepticismo. Ella ha demostrado repetidamente, a lo largo de los últimos años, que no representa a ninguna ideología política concreta, y que es partidaria de los procesos de "integración". En el actual gobierno aceptó un puesto como "Embajadora de Buena Voluntad"; con ello apoyó indirectamente la falta de acción del gobierno guatemalteco en el campo de los derechos humanos.
En su movimiento, llamado Winag, figuran en un papel predominante Otilia Lux de Cotí, entre otros. Ella fue miembro de la Comisión de la Verdad y fue ministra de Cultura durante el gobierno de Álvaro Portillo,de modo que no sigue ningún principio político.
DW-WORLD: ¿Cuáles son, desde su punto de vista, los principales retos a los que se enfrentará el o la próxima presidenta de Guatemala?
AO: Es importante señalar que hasta el momento el llamado Encuentro por Guatemala (partido político que postularía a Menchú) aún no cuenta con una propuesta programática concreta. La asamblea general se llevará a cabo hasta el mes de marzo,y por ello no es mucho lo que puede decirse de la orientación política que ella seguiría como presidenta. Lo que es claro es que la candidatura de Menchú acentuaría el carácter polarizado de la campaña.
La participación de ella, en el entorno de una sociedad racista como lo es la guatemalteca, podría desembocar en que el general Otto Pérez Molina, que se presentará por el Partido Patriota, acaparara un mayor número de votos. Del otro lado se presentarían ahora dos candidatos socialdemócratas. Álvaro Colom, que hasta el momento encabeza las encuestas con 43% de la intención de voto, perdería sufragios del sector indígena y femenino con la candidatura de Menchú.
DW WORLD: Usted ha escrito numerosos estudios sobre la situación de los derechos humanos en América Latina. ¿Cómo anda Guatemala en este momento?
AO: Simplemente desastrosa. Se presentan asesinatos de mujeres, ataques contra luchadores por los derechos humanos (224 en 2005), resolución violenta de conflictos por propiedades rurales, e impunidad estructural.
DW WORLD: ¿Qué impacto podría tener el hecho de que en Centroamérica hubiera dos premios Nobel de la Paz como presidentes (Menchú y Óscar Arias)?
AO: No hay que comparar a Arias con Menchú. Contrario a lo que pasó en Costa Rica, el premio Nobel que ganó ella dividió a su país. El hecho de que hubiera dos premios Nobel de la Paz como presidentes en Centroamérica seguramente llamaría la atención de los medios en un corto plazo, pero que no producirían grandes repercusiones en lo interno. Arias, por otra parte, saca provecho de la insatisfacción con el gobierno corrupto de su antecesor, Pacheco, y de sus esfuerzor por lograr un acuerdo de libre comercio centroamericano.