Mercados de Navidad

Prácticamente no hay ciudad o pueblo de Alemania que no tenga su mercadillo de Navidad. La oferta es enorme y muy variada. Aquí les presentamos algunos de los más atractivos.

En el mercado de Navidad de la plaza Gendarmenmarkt (Mercado de los Gendarmes), de Berlín, hay un ambiente exclusivo, marcado por el escenario arquitectónico que lo rodea. Aquí se ofrecen artesanías tradicionales de alta calidad. La entrada cuesta un euro y el dinero así recaudado se destina a obras de beneficencia.

El mercadillo de Navidad de la Kulturbrauerei, en el barrio berlinés de Prenzlauer Berg, no es muy grande, pero sí muy bonito. Allí se puede tomar vino caliente con especies, comer salchichas de reno o andar en carrusel.

Mein Lieblingsweihnachtsmarkt ist der Alt-Rixdorfer Weihnachtsmarkt im Bezirk Neukölln. Er ist kuschelig und duftgetränkt, traditionell und doch dynamisch, absolut multikulturell und beim wiederholten Umrunden des Neuköllner Richardplatzes gibt es immer wieder etwas Neues zu entdecken. --- Angi Fischer, Redaktionsassistentin

El Mercado de los ángeles, en Emden, no solo ofrece sus atracciones en tierra firme, sino también sobre el agua. Los barcos del antiguo puerto interior están adorndos con guirnaldas de luces y a bordo se puede tomar vino caliente con especias o una rica sopa. También se puede optar por un menú navideño.

El mercado de la Estrella Fugaz, en Wiesbaden, tiene un ambiente tranquilo, una iluminación agradable y un carrusel nostálgico, con hermosos caballos de madera y pinturas con motivos de cuentos infantiles que adornan su techo.

Quien aprecie los espectáculos medievales disfrutará particularmente del Mercado de Adviento del antiguo campo de torneos de caballería del palacio de Dresde. Vendedores ataviados con vestimentas rústicas ofrecen allí carteras de cuero y joyas de plata, mientras la carne se asa en el fogón. En lugar de la típica música navideña, allí se escucha todavía el sonido del martillo del herrero.

El mercado de Navidad de Rothenburg ob der Tauber (junto al Tauber) parece sacado de un libro de cuentos y catapulta al visitante a la infancia. El ayuntamiento medieval y las casas de entramado de madera del casco antiguo de la ciudad conforman un escenario ideal para el mercadillo, en el que se puede encontrar dulces navideños hechos con antiguas recetas alemanas y artísticas artesanías.

Este escenario parece sacado de una película navideña: la catedral y la iglesia de San Severino lucen su iluminación de gala; a sus pies se levatan las pequeñas casetas de madera, donde se ofrece artesanía de Turingia, como adornos para el árbol de Navidad o cerámica azul de Bürgel. El aroma de las típicas salchichas de Turingia completa el cuadro de este mercado, de carácter romántico y regional.

El mercado de Navidad de "Santa Pauli" en la conocida calle bohemia de Hamburgo, la Reeperbahn, tiene un caracter diferente. Allí la oferta es frívola: chocolate con motivos eróticos, carpas con espectáulos de striptease. No es recomendable para quienes busquen el clásico espíritu navideño, pero el ambiente es alegre y distendido.

Quien visite el mercadillo de Navidad de Maguncia, se encuentra con un mar de luces que brillan sobre su cabeza. Las guirnaldas de luces cubren el lugar como un firmamento sembrado de estrellas, que dan una aire mágico al mercado. Y, como telón de fodo, la majestuosa catedral le brinda un carácter único.