Merkel: alabanzas a Turquía y críticas con Europa
16 de marzo de 2016Hay debates en el Bundestag alemán en los que de antemano se sabe que no habrá sorpresas. Y algo así sucedió este miércoles (16.03.2016), cuando la canciller alemana Angela Merkel realizó una declaración gubernamental de cara al Consejo Europeo en Bruselas. En el encuentro del jueves (17.03.2016), los 28 países miembros de la UE intentarán reducir diferencias sobre la cuestión de los refugiados. Nadie espera grandes cambios porque las posiciones continúan muy distantes. Pero sería un éxito si se consigue acordar una posición común frente a Turquía, un país en la costura entre Europa y Asia que juega un papel clave en la crisis de los refugiados.
Hasta ahora, Turquía acogió a 2,7 millones de personas y es punto de partida para las rutas de los Balcanes y el Mediterráneo. Pero el país quiere y debería ser aliviado de tal carga, una misión para la que la UE estaría dispuesta ofrecer apoyo financiero. Además, para Merkel las exigencias de Ankara son perfectamente comprensibles.
¿Un “sucio negocio”?
Las voces en contra son casi inexistentes e incluso la oposición apuesta por apoyar la asistencia y la acogida de refugiados en la frontera entre Turquía y Siria. Sin embargo, las opiniones sobre el precio político que habrá que pagar a Turquía están muy lejos unas de otras. Ankara exige libertad de visa y perspectivas claras de ingresar en la UE. Merkel aclaró que las negociaciones continúan abiertas, pero que también se trata de “dar y recibir”.
Dieter Bartsch, líder del partido de La Izquierda, acusó a Merkel de cortejar a Erdogan, presidente turco que está “en guerra contra su propio pueblo”. Como prueba, Bartsch habló de la lucha contra los kurdos, la represión contra manifestantes y la falta de libertad de prensa. Una opinión en la que también coincidió Anton Hofreiter (Los Verdes), que alertó a su vez de que la cumbre europea se vea amenazada por un “sucio negocio” en caso de que Turquía deje pasar a Europa solo a refugiados sirios y devuelta al resto.
Según Thomas Oppermann (SPD), los refugiados tienen derecho a protección, pero no tienen a decidir qué país debería garantizarles esa protección. Para él, mantener una postura arrogante ante Turquía no sería adecuado, aunque el político puntualizó que la política del Gobierno turco frente a la oposición, los medios y los manifestantes no es digna de una democracia.
Una posición clara
Por su parte, Merkel se mostró reservada sobre las deficiencias de la democracia en Turquía para no perjudicar su posición cara a la cumbre. Como concesión para los escépticos de sus propias filas, comentó que la entrada de Turquía en la UE no estaba en el orden del día. Algo que, según sus socios de la CSU bávara, nunca debería cambiar. Gerda Hasselfeldt, presidenta del grupo de la CSU en el Bundestag, evitó un ataque abierto a su colega Merkel y se mostró moderada a la hora de cuestionar la visa Turquía. Sin embargo, tampoco cree que se den las condiciones para que Turquía entre totalmente en la UE.
Como otras veces, Volker Kauder fue el encargado de cerrar las filas de la CDU /CSU, pidiendo apoyo para la jefa del Gobierno alemana. El camino es lento y difícil, pero al final hay resultados y es importante apoyar a la canciller. Además, sin Turquía no podría funcionar a la hora de buscar soluciones comunes al tema de los refugiados. Merkel advirtió también que no se debe olvidar todo lo que Turquía está haciendo por los 2,7 millones de refugiados que ha acogido en sus fronteras, al tiempo que en Europa se dificulta el “reparto de cargas”. Aun así la canciller continúa convencida del éxito en la crisis de los refugiados y de que, con el apoyo de Turquía, se conseguirá reducir visiblemente el número de refugiados que viajan a Europa.