Merkel, por el cuarto mandato
29 de agosto de 2017Angela Merkel fue la imagen de la tranquilidad personalizada. Entró con rutina a la sala de prensa y concedió tiempo a la prensa para que la fotografiasen con su llamativa chaqueta roja. Desde que se convirtió en canciller en 2005, ya ha contestado aquí veinte veces a las preguntas de los medios de comunicación.
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Durante la rueda de prensa habló de los planes para 2018: "Naturalmente solo si gano las elecciones”, dijo sonriendo.
Hoy también habló sobre los refugiados, pero de manera más global. Los flujos migratorios ya no son solo un problema alemán, sino internacional, que Merkel analizó como una dirigente gubernamental experimentada. Con cuidado y ante un tema tan delicado, mantuvo cierta distancia con lo que respondía para no dar lugar al ataque.
¿Ha pasado de ser entretanto una "canciller de la cultura de bienvenida" a ser una "canciller de la política del aislamiento”? Merkel sorteó la pregunta, subrayando la necesidad de "ordenar y dirigir las cosas". En verano de 2015 fue "correcto e importante” acoger a los refugiados, afirmó, defendiendo su controvertida postura. Los controles en las fronteras alemanas seguirán existiendo. Por lo demás, no tiene la intención de modificar el derecho fundamental e individual de asilo, dijo. El mensaje esta vez no fue: "Lo lograremos”, sino "tenemos entretanto (casi) todo bajo control”.
Crítica a la industria automotriz
Merkel no quiso ni insinuar que eso pueda aplicarse al controvertido tema de escándalo de las emisiones de gases de vehículos diésel. Sabe que el asunto le puede perjudicar la campaña electoral. Junto con el Ministro de Trasportes, de la Unión Social Cristiana (CSU), ha tanteado el tema hasta ahora con guantes de seda. Merkel explicó que estaba muy decepcionada con los fabricantes de autos y se mostró visiblemente enfadada, pero incluso para este tema se están buscando soluciones.
Merkel se encargó de todos los otros temas potencialmente peligrosos, incluido el matrimonio homosexual. Así presentó los éxitos de su política con total seguridad, con la ventaja que conlleva ser canciller.
¿Y qué hay de nuevo sobre la competencia política ante las inminentes elecciones? La canciller tuvo preparado para el candidato a canciller del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, el mayor castigo posible: ni le prestó atención.
Schulz, quien según las encuestas está muy por debajo de Merkel, persigue otra estrategia: atacó personalmente a Merkel y le reprochó su apariencia "arrogante” y "ensimismada”. Este domingo se darán cita en un duelo televisivo. La cancillería rechazó una segunda cita con Schulz.
"Su campaña electoral es aburrida”, le dijo un periodista a la canciller y la comparó con un somnífero. Pero ni esto la inquietó. "Estoy intentando conseguir votos y no puedo quejarme de que nadie venga a mi campaña electoral”, explicó muy al estilo Merkel. Personalmente, ella cree que la campaña es emocionante, sobre todo, las citas a cielo abierto.
¿Cómo reacciona cuando oye "Merkel tiene que marcharse", sobre todo, por parte de los seguidores del partido Alternativa para Alemania (AfD) y en su lugar de procedencia, en el este alemán? Merkel contestó que "la vida es así y así es la democracia”. También tuvo palabras críticas para el presidente turco Erdogan y exigió la puesta en libertad de Peter Steudtner, Deniz Yücel y Mesale Tolu.
Por lo demás, generalizó mucho, dijo poco de forma personal y pasó por alto las preguntas críticas. Y no se inmutó.
Nina Werkhäuser (RMR/ER)