Merkel: ¿la canciller sin poder?
12 de octubre de 2005Edmund Stoiber, primer ministro de Baviera y líder de la CSU, Unión Socialcristiana, abrió el debate sobre el bastón de mando que se entrega a Angela Merkel al declarar que sus competencias como canciller van a estar dentro de la coalición muy restringidas. Desde entonces, en Alemania no se habla de otra cosa que no sea el poder mermado de Merkel.
No llueve a gusto de todos
Casi un mes le ha costado a Merkel que los socialdemócratas de Schröder (SPD) la acepten como canciller, y ahora que lo ha logrado, desde su misma fracción se duda del poder real que tendrá dentro del nuevo gobierno.
El debate ha sido bautizado como el de la "Richtilinienkompetenz", es decir, el de la competencia para determinar las "líneas de gobierno",que según algunos políticos va a faltarle a Merkel.
Además, desde la Unión Cristianodemócrata (CDU), también se critica la forma en que se ha llevado a cabo el reparto de ministerios.
El ministerio de Finanzas, en manos del SPD, es imprescindible para que la CDU pueda aplicar su política económica, dice el cristianodemócrata Dietrich Austermann, y no es el único que opina de esta manera. Para muchos, aunque Stoiber vaya a convertirse en ministro de Economía, el cargo ha quedado desvirtuado al separar de este ministerio las carteras de Trabajo y Transportes.
La "Richtlinienkompetenz"
En el sistema político alemán, la principal de las competencias del canciller es la de determinar las directrices de gobierno, es decir, las formas generales de hacer política y la dirección que toma esa política bajo su mandato. Es lo que se denomina la "Richtilinienkompetenz".
El poder del canciller está determinado además por otros dos principios recogidos en la Constitución. Por un lado, el llamado "Ressortprinzip"- "principio resorte"-, que concede a cada ministro independencia para dirigir su ministerio, dentro de las directrices impuestas por el canciller.
Y el "Kollegialprinzip"- "principio colegial"-, que determina la igualdad de cada uno de los miembros del gobierno a la hora de tomar decisiones, de manera que cada uno de ellos tiene un voto con el mismo valor.
La coalición que gobernará Alemania es realmente grande y los partidos que la forman también. En un gobierno en tales circunstancias, los partidos tendrán que hacer concesiones, incluso de poder, y las "competencias" de todos van estar determinadas por las objeciones que puedan poner sus ahora socios, pero nunca compañeros.