Miles protestan contra reformas laborales en España
19 de febrero de 2012Convocadas por los grandes sindicatos españoles, miles de personas salieron hoy a la calle en 57 ciudades de España para rechazar la reforma laboral aprobada hace apenas diez días por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, una reforma que abarata y facilita aún más el despido.
Con esas manifestaciones, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) comenzaron a medir sus fuerzas de cara a una posible huelga general, que de convocarse no parece que vaya a ser antes de abril.
La protesta central de la jornada fue la de Madrid y en ella participaron los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Bajo el lema "No a la reforma laboral injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", encabezaron la marcha que arrancó de la Plaza de Neptuno hacia la Puerta del Sol.
"Si no la corregimos (la reforma laboral), va a alterar el modelo de convivencia de los últimos 30 años", aseguró Méndez, que junto a Toxo advirtió al gobierno de que habrá "una escalada del deterioro del clima social".
La reforma laboral aprobada por el Ejecutivo conservador el 10 de febrero entró en vigor dos días después, aunque podrá sufrir cambios durante el proceso de ratificación en el Parlamento, donde Rajoy tiene una abrumadora mayoría absoluta pero está abierto a negociar con otras fuerzas para repartir el coste político de la medida.
Se trata de la reforma laboral más profunda en la reciente historia democrática de España. Junto a un mayor abaratamiento y una mayor facilitación del despido, abre la puerta a que las empresas rebajen los salarios de los trabajadores y facilita y acelera también los despidos colectivos.
El PSOE y los "indignados"
El Partido Socialista (PSOE) de Alfredo Pérez Rubalcaba se unió a las protestas de hoy contra ella porque la considera un retroceso irreversible en los derechos de los trabajadores.
También salió a la calle el "movimiento de los indignados", aunque quiso protestar de forma "diferenciada" y fijó en Madrid un punto de salida distinto al oficial de la convocatoria.
La intención de los dos grandes sindicatos españoles es ir explicando la reforma laboral en los centros de trabajo e ir viendo la respuesta de los trabajadores a la misma de cara a la posible huelga general.
El gobierno de Rajoy presentará a finales de marzo, ya pasadas las elecciones autonómicas andaluzas, sus presupuestos generales del Estado para este año y en ellos se esperan recortes mayores a los 16.000 millones de euros del plan de ajuste que ya puso en marcha el Ejecutivo conservador. Por eso no es probable que los sindicatos gasten antes de abril el cartucho de la huelga general.
El Ejecutivo de Rajoy los ha acusado de arremeter contra la reforma laboral por intereses propios, para evitar perder su poder en las negociaciones colectivas, e incluso llegó a sugerir que los sindicatos no defieden a los casi 5,3 millones de desempleados que hay en España.
Rajoy se defiende
A la misma hora en la que miles de personas se manifestaban en toda España contra la reforma laboral del gobierno conservador, Mariano Rajoy hizo hoy una defensa férrea de la medida: "Es justa y buena para España", aseguró al cerrar en Sevilla el Congreso Nacional de su Partido Popular (PP).
El presidente del gobierno español pintó un panorama desolador de una España en la que se encuentran sin trabajo casi 5,3 millones de personas, un 22,85 por ciento de la población activa, y presentó esa reforma como la única opción para que España deje de ser el país europeo que más empleo destruye.
"Esta reforma laboral acaba con las injusticias", manifestó, y se dirigió directamente a los grandes sindicatos, convocantes de las 57 manifestaciones de hoy en el país contra una reforma laboral que abarata y facilita aún más el despido.
"Algunos se quejan por medidas duras. Cuando tomamos medidas difíciles, pensamos en quienes peor lo pasan", les dijo Rajoy. Ya en los últimos días desde el gobierno conservador se sugirió que los sindicatos, con sus protestas, no defienden a quienes se encuentran sin trabajo.
"Al hacer la reforma pensamos en las personas que están en el paro (desempleo) y no ven ningún horizonte de futuro", dijo el presidente del gobierno español.
Tras esa defensa de una medida que ha puesto en pie de guerra a los sindicatos, que no descartan una huelga general, el jefe del Ejecutivo volvió a repetir una advertencia que lanza últimamente cada vez que habla públicamente de la situación económica de España y de las reformas que ha puesto en marcha su gobierno desde diciembre, cuando tomó el poder.
Que nadie piense, dijo, que la reforma laboral va a frenar inmediatamente el desempleo. "Saldremos adelante, nos costará, pero lo haremos", manifestó.
Agencias
Editor: Enrique López