Mocoa: una catástrofe debida al hombre y no a "El Niño"
11 de abril de 2017La tala de árboles es una de las causas de la tragedia que asoló a la ciudad colombiana de Mocoa y no el cambio climático, como muchos sostienen. El profesor Reimund Schwarze, portavoz en materia de riesgos naturales y climáticos del Centro Helmholst de Investigación del Medio Ambiente, con sede en Leipzig, identifica dos factores principales, conocidos ya desde 1995.
El primero es una fuerte deforestación en la zona que rodea la ciudad. Las áreas montañosas son de por sí zonas de riesgo, ya que la erosión y los desprendimientos son fenómenos naturales a los que el ser humano difícilmente puede hacer frente, debido a las enormes fuerzas que se despliegan.
El segundo factor es la fuerte inmigración que experimentó la ciudad de Mocoa, cuyo número de habitantes casi se duplicó en los últimos 10 años, llegando a cerca de 40.000. Según el entendido, uno de los problemas de semejante inmigración descontrolada es que con frecuencia los que llegan no conocen los riesgos locales y se instalan en sectores que los lugareños evitan, debido a sus experiencias. En consecuencia, si las autoridades hubieran canalizado la inmigración, no habrían sido tantas las personas que se asentaron precisamente en las zonas de riesgo, que fueron las más afectadas por la catástrofe.
Análisis de vulnerabilidad
Desde el punto de vista político y sociológico, el objetivo a futuro debe ser efectuar análisis de vulnerabilidad y aplicar esos datos, dice Schwarze. Eso se puede lograr con medidas relativamente sencillas y económicas, como cartografiar las zonas de riesgo, de manera que la población pueda conocerlas.
Básicamente, el objetivo debería ser utilizar el conocimiento existente sobre zonas de riesgo, como montañas, regiones costeras e islas. A ello podrían contribuir también países como Alemania. Schwarze piensa que se podrían erigir centros en América Latina que despierten la conciencia sobre los peligros naturales existentes en cada país.
El experto habla también de mejoras en la infraestructura y en los sistemas de observación meteorológica. En el caso de Mocoa, lo ocurrido no se debió a su juicio al famoso fenómeno de El Niño, sino a una situación meteorológica inusual, que sin embargo puede producirse en esas latitudes. Pero en lugar de invertir más en la observación, en Colombia incluso se suprimen estaciones meteorológicas, lo cual dificulta más las cosas.
Más investigación
Entre las posibles soluciones, el experto menciona el refuerzo de las investigaciones sobre el clima y las catástrofes naturales. Y recomienda no llevar a cabo grandes y costosos proyectos, como la construcción de carreteras, hasta que no se haya analizado sistemáticamente los riesgos climáticos y naturales.
"No todo obedece al cambio climático”, advierte el profesor Schwarze, subrayando que a veces simplemente falta planificación.
Autora: Tanja Blut (ERS/DZC)