Monsanto en la prensa alemana, en defensa del glifosato
22 de marzo de 2017La empresa agrícola estadounidense Monsanto, el más importante productor de pesticidas en el mundo, vuelve a causar controversia. El rol de los especialistas que analizan los riesgos del pesticida glifosato han sido objeto de debate. Y así lo demuestra también ahora un estudio respaldado por la iniciativa de ciudadanos europeos “Stop Glyphosat”. El diario alemán Sueddeutsche Zeitung tuvo acceso a este análisis, denominado “Bad Science” –mala ciencia–, que será publicado este jueves.
“Bad Science” demostraría los medios y estrategias que utiliza Monsanto para evitar la prohibición del glifosato en Europa: el gigante estadounidense se habría basado en estudios de expertos que investigan, de forma independiente y científica, si el glifosato es cancerígeno o si podría alterar la genética.
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El problema aquí es que muchas de las investigaciones que clasifican al glifosato como inofensivo, han sido hechas, según el estudio, por expertos que estarían muy relacionados con Monsanto, desatando así conflictos de intereses y despertando suspicacias sobre su juicio. Una crítica válida, pues los estudios juegan un papel importante en el registro de glifosato en Europa, los cuales han sido utilizados por entidades de la Unión Europea ,como EFSA y ECHA, para realizar evaluaciones de riesgo. Ambas habrían dado el visto bueno al estudio de la empresa.
Las grandes diferencias
Sin embargo, estas investigaciones se contradicen con la posición de los especialistas de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), que hace dos años llegaron a una conclusión opuesta. Una posición que la empresa estadounidense trata de invalidar. Con ese propósito, en 2016 fueron publicados diversos artículos en revistas especializadas, con expertos que Monsanto habría contratado a través de una empresa de consultoría.
De hecho, la ley exige que las empresas realicen sus propios estudios para demostrar que no existe peligro en sus productos. Un requisito importante para la autorización de productos químicos. Pero lo que llama la atención son las discrepancias entre los estudios realizados por organizaciones independientes y los de la compañía.
Uno de los autores del estudio "Bad Science", el toxicólogo Peter Clausing, cree que "si las autoridades europeas confiaran más en los estudios independientes que en los estudios de las empresas, una extensión de la aprobación europea estaría entonces en grave peligro". Las publicaciones de la industria, según Clausing, tienen deficiencias graves, debido a la omisión de datos relevantes y anteponiendo, en su lugar, datos sin importancia.
¿Ocultando estudios?
Ya antes, científicos de todo el mundo han recriminado la deficiente evaluación de la Unión Europea. Por su parte, al profesor Christian Kreiss, de la Universidad de Aachen, no le sorprende este proceder. El autor del libro “Investigación comprada” ha investigado sobre la influencia de la industria en diferentes campos. “Inducir a resultados deseados es relativamente simple”, dice Kreiss, y añade que los estudios con resultados desfavorables no son publicados.
También en Estados Unidos Monsanto está bajo presión. En el marco de un proceso judicial se hicieron públicos por primera vez documentos internos, los cuales demostrarían que empleados de Monsanto redactaron estudios en secreto que investigadores externos habrían simplemente editado y firmado.
Ahora, para la compañía estadounidense, que será fusionada a la empresa alemana Bayer, hay muchas cosas en juego. Si bien es cierto que las patentes de glifosato han caducado, muchas plantas modificadas que la empresa vende en todo el mundo siguen estando relacionadas con el glifosato. La iniciativa europea realizará una campaña de firmas para prohibir definitivamente el controvertido pesticida.
CT (Sueddeutsche Zeitung)