Monumentos soviéticos en Europa: ¿cuánto permite la memoria?
18 de agosto de 2022Tanques, estatuas, relieves: en muchos países ex soviéticos siguen presentes monumentos que recuerdan a la época comunista. La guerra rusa en Ucrania ha desatado nuevos debates sobre las obras de arte que conmemoran a los soldados caídos del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial.
Los países bálticos quieren deshacerse de las reliquias de los viejos tiempos en las próximas semanas y meses, aunque no todos estén de acuerdo con esto.
Estonia: "Arma asesina, no objeto de recuerdo"
El martes, las autoridades desmontaron un controvertido monumento de un tanque soviético cerca de la ciudad de Narva, en la frontera estonio-rusa, y lo trasladaron al Museo de la Guerra de Estonia, a unos 200 kilómetros de distancia, al norte de la capital, Tallin. El monumento de la ciudad, habitada mayoritariamente por personas de origen ruso, ya había causado polémica anteriormente: la administración primero se había pronunciado en contra de su traslado. Los residentes consideraban el tanque parte de la identidad de la ciudad, se dijo.
Otros seis monumentos de la época soviética también fueron retirados del paisaje urbano.
El gobierno enTallin ya había dado luz verde a la retirada de los monumentos soviéticos de los espacios públicos del país báltico miembro de la UE y la OTAN. "Un tanque es un arma homicida, no es un objeto conmemorativo. Y los mismos tanques se están utilizando actualmente para matar a la gente en las calles de Ucrania", dijo la jefa de gobierno Kaja Kallas. En total se desmantelarán hasta 400 monumentos.
Letonia: opinión dividida
Muchos letones consideran inaceptable el monumento a la victoria soviética en la capital, Riga; para los habitantes de habla rusa del país, en cambio, tiene un gran significado. En julio, el gobierno letón aprobó la retirada de 69 monumentos y placas conmemorativas que glorifican el régimen soviético, entre otras cosas.
La retirada del Monumento a la Victoria soviética debe finalizarse hasta el 15 de noviembre. El monumento se erigió en 1985 para conmemorar el 40º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania de Hitler en la Segunda Guerra Mundial, como "monumento a los liberadores de la Letonia soviética y Riga de los invasores fascistas alemanes".
Lituania: los nombres permanecen
También en Lituania la disputa sobre los monumentos está provocando polémica. En julio ya comenzó el desmantelamiento del monumento a la "Victoria y Glorificación del Ejército Soviético" en Klaipėda. Del monumento solo quedarán los nombres de los soldados soviéticos caídos.
Anteriormente, los expertos de la administración de la ciudad habían defendido que solo debían retirarse partes como la espada o una estrella roja.
Finlandia: el monumento que fue emplumado
En Helsinki, la capital de Finlandia, el debate sobre los regalos de Moscú también está en pleno apogeo. A principios de agosto, el "Monumento a la Paz Mundial" fue retirado y almacenado en el museo de arte. La ciudad lo había erigido en 1990 tras recibirlo como regalo de la Unión Soviética.
La Escultura de la Paz Mundial es una de las muchas réplicas de la escultura original, y Helsinki es el único lugar fuera de la antigua Unión Soviética en el que se encuentra una copia de este tipo. En aquel entonces ya desató polémica; en 1991 la réplica fue incluso emplumada por estudiantes. Unos nueve años después, hubo un fallido intento de hacer explotar el momumento.
Alemania: deber de diligencia
También en Alemania se discute ahora sobre los monumentos, que a veces ya son grafiteados o envueltos en banderas. En marzo de 2022, la diputada demócratacristiana berlinesa Stefanie Bung pidió que se retiraran las armas y los tanques de un monumento. El Senado de Berlín rechazó la demanda.
El político liberal Stefan Scharf, de Dresde, tuiteó en marzo de 2022: "No, el monumento soviético de Dresde no puede permanecer. No por 1945, sino por 1953, 1968 y 2022". El Primer Ejército de Tanques de la Guardia de la Unión Soviética, que estuvo estacionado en Dresde hasta 1993, participó en la supresión del levantamiento popular en la RDA en 1953, y en la supresión de la Primavera de Praga en 1968.
Pero tampoco esta demanda encontró suficientes partidarios: Alemania está obligada a honrar y cuidar los monumentos conmemorativos soviéticos, tal y como se recoge en el Tratado de Estado celebrado en 1990 entre la República Federal de Alemania, la RDA y las cuatro potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial.
En Stralsund, por tanto, se ha hecho lo contrario y recientemente se ha vuelto a instalar el relieve de bronce de un monumento conmemorativo soviético que se había retirado en febrero para examinarlo para una prevista renovación. El ataque de Rusia a Ucrania y la correspondiente disputa política con Rusia no afectarían a la restauración, se dijo.
(ies/ers)