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Mosul no es el final del Estado Islámico

22 de julio de 2017

La toma de Mosul ha debilitado al grupo terrorista, pero no lo ha derrotado. Su caldo de cultivo y su ideología persisten, advierten expertos consultados por DW.

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Irak Zerstörung und in Mossul
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis

Con la caída de Mosul, el autodenominado Estado Islámico ha perdido su ciudad más grande y su más importante bastión. Su autoproclamada capital en la ciudad siria de Raqqa se encuentra cercada. Y se ha anunciado la muerte del califa Abu Bakr al Bagdadi, aunque no es la primera vez. Sin embargo, los problemas del Estado iraquí no se resuelven. Problemas que fueron el caldo de cultivo para el surgimiento de la milicia yihadista. Sobre todo la marginalización de la minoría sunita tras la intervención militar estadounidense de 2003, mucho antes de que surgiera el Estado Islámico.

 

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Ahora las ciudades sunitas están en ruinas: Mosul, Faluya, Ramadi, Tikrit… Para Joshua Landis, de la Universidad de Oklahoma, todo depende de que se consiga acercar a las distintas comunidades religiosas y étnicas de la región para superar los odios y construir una unidad nacional. "Mucho depende de la generosidad que muestren los ganadores y de su capacidad de tender la mano para la reconciliación", dice el experto en Oriente Medio en entrevista con DW.

Sin embargo, las ejecuciones y torturas documentadas por Amnistía Internacional y Human Rights Watch contra prisioneros de Estado Islámico y sus familias apuntan más hacia la venganza que hacia la reconciliación. Y dan material para alimentar la maquinaria propagandística yihadista.

La debilidad del Estado es la fuerza de los yihadistas

De ahí que tanto el Estado Islámico como otros grupos yihadistas puedan seguir beneficiándose de la guerra civil en Siria tanto como de la debilidad del Estado iraquí. Junto a la defectuosa integración de los sunitas en la vida política, el especialista libanés Yezid Sayigh enumera otros factores: "La disfuncionalidad del aparato estatal, la corrupción, la carencia de servicios básicos a la población y los bajos niveles de inversión y de productividad en los sectores no petroleros".

Otros tiempos: el EI dominaba en Mosul en marzo de 2014.
Otros tiempos: el EI dominaba en Mosul en marzo de 2014. Imagen: picture-alliance/AP Photo

Sayigh considera al EI como una organización iraquí y coincide con el experto alemán en terrorismo de la Fundación Economía y Política, Guido Steinberg, para quien "la ideología del Estado Islámico va a seguir influyendo". Steinberg considera críticas las recientes iniciativas para luchar contra la financiación del terrorismo. "El Estado Islámico se financiará por el conflicto en Irak, no tengo ninguna duda", dice.

Internacionalización de Estado Islámico

Tomas Olivier advierte en entrevista con DW que a pesar de la caída de Mosul y la previsible de Raqqa, el EI todavía controla territorios tanto en Irak como en Siria. Además, este experto en terrorismo de una empresa de seguridad holandesa destaca que el grupo logró establecer subsidiarias en África del Norte, del Este y Occidental, además del sudeste asiático. Especialmente le preocupa su demostrada capacidad de "reacciones flexibles".

Incluso en la derrota, Estado Islámico ha conseguido erigir unidades operativas en el hemisferio occidental "con la demostrada capacidad, militarmente hablando, de golpear cuando sea necesario". Según Olivier, a consecuencia de las derrotas el EI derivará cada vez más hacían una "yihad descentralizada" recurriendo especialmente a los llamados "lobos solitarios".  Por eso, desde su punto de vista, las autoridades policiales y las fuerzas de la coalición deberían hacer mucho más por detener el flujo de la propaganda y contra el establecimiento de redes de comunicación.

Después de todo, la "marca" Estado Islámico está sufriendo por la derrota en Mosul y la pérdida de parte de su territorio. El reclutamiento de yihadistas extranjeros sin un "Estado" será más complicado. Pero la retrógrada ideología del EI seguirá influyendo y atrayendo a combatientes locales. Cuanto más, peor le irá a la gente en Irak.

Autor: Matthias Hein (LGC/DZC)