Muerte de soldados alemanes en Afganistán desata debate
20 de mayo de 2007Políticos del Partido Socialdemócrata (SPD, integrante de la coalición de gobierno y que ya se había opuesto a la guerra de Irak) cuentan con dificultades para que el Parlamento apruebe una prolongación de la misión alemana en Afganistán.
Alemania tiene estacionados unos 3.200 soldados en el norte de Afganistán, donde desarrollan sobre todo actividades de reconstrucción y apoyo a la población. El deseado contacto diario con la población, para generar confianza y derribar barreras, facilita los atentados contra los efectivos alemanes. Otros atentados mortales no puede descartarse por lo tanto en los próximos tiempos.
Los talibanes han afirmado en páginas web que tienen “cientos de militantes dispuestos a realizar atentados suicidas”. La amenaza es por lo tanto inmediata y tangible para los efectivos alemanes. Si bien el Gobierno ha manifestado ya que “cumplirá con las responsabilidad asumidas para con el aseguramiento y la reconstrucción de Afganistán”, a mediano plazo cambios en la estrategia militar y política parecen inevitables.
Espantosas muertes
La discusión en el grupo parlamentario socialdemócrata ya no había sido fácil cuando, hace unos meses, se prolongó la misión militar alemana en Afganistán. Cuando, en octubre, se deba volver a tratar el tema “estas espantosas muertes pueden tener naturalmente una gran influencia sobre el proceso de toma de decisiones”, dijo Rolf Mützench, experto del SPD en política exterior, hoy al dominical “Welt am Sonntag”.
En la última votación en relación con Afganistán, respecto al envío o no de aviones Tornado de reconocimiento para apoyar a las fuerzas estadounidenses y canadienses que combaten en el sur, 69 diputados del SPD votaron por “no”.
Angela Merkel, la canciller federal, reaccionó consternada a la muerte de los tres soldados alemanes. “Estas pérfidas muertes despiertan en nosotros repugnancia y horror. Acompañamos en el sentimiento a los familiares de nuestros soldados y los civiles afganos muertos”, dijo.
El ministro de Defensa, el democristiano Franz Josef Jung, rechaza una modificación de la misión de la Bundeswehr (FF. AA. alemanas) en Afganistán. “Hay que cubrirles las espaldas a los soldados, en lugar de debatir sobre la pertinencia de la misión”, dijo Jung en Dinamarca, donde se hallaba el día del atentado.
Talibanes asumen autoría
Los talibanes han reconocido de inmediato la autoría del atentado. Según el semanario “Der Spiegel”, en la misma tarde del sábado apareció en una página web utilizada por varias organizaciones terroristas yihadistas un informe sobre los “Resultados de las operaciones militares de vuestros hermanos, los soldados del Emirato Islámico de los Talibanes en Afganistán”.
En el informe se menciona la “muerte de 11 soldados alemanes a través de un atentado suicida en la región de Kunduz”. Es práctica usual de los talibanes exagerar en cuanto al número de víctimas.
Jung anunció que se buscará intensamente a los autores intelectuales del atentado. “Se hará todo lo posible”, agregó el ministro en una conferencia de prensa en el comando de misión de la Bundeswehr en Geltow, cerca de Potsdam, “para detener a los inspiradores”.
El subsecretario de Estado en el ministerio de Defensa, Peter Wichert, y un general se hallan en Afganistán para participar en las investigaciones para identificar y apresar a los culpables.