Más de 5 millones de desempleados
31 de enero de 2006
Por primera vez desde que asumió el gobierno de Angela Merkel, el total de desempleados vuelve a traspasar la frontera sicológica de los 5 millones en Alemania. En enero, el número total de desocupados fue de 5.012.000, lo cual representa un aumento de 400.000 con respecto al mes anterior, pero un descenso de 75.000 con respecto al mismo mes del año 2005. La tasa de desempleo aumentó en un punto para situarse en el 12,1 por ciento.
Pese a todo, tendencia positiva
Según el presidente de la Agencia Federal de Empleo, Frank-Jürgen Weise, el desarrollo negativo del mes de enero se debe ante todo a dos factores fundamentales. En primer lugar, los efectos del invierno se sintieron de forma especialmente fuerte en enero. Prescindiendo de factores estacionales, el desempleo habría subido sólo en 69.000 a 4,699 millones de personas. También incidieron esta vez los cambios previstos en la reforma laboral, en virtud de los cuales, a partir de este 1 de febrero, los mayores de 55 años que pierdan su trabajo recibirán dinero del seguro de desempleo por un máximo de 18 meses, en lugar de 32 meses. Eso indujo a muchas personas mayores a registrarse como desocupadas antes de la fecha señalada.
Sea como fuere, Weise considera que la tendencia en el mercado laboral sigue siendo positiva y mencionó como prueba el hecho de que por primera vez en 18 meses el número total de desocupados ha bajado en la comparación interanual.
Reacciones políticas
Ese es al menos un atisbo de esperanza para el nuevo ministro del Trabajo y vicecanciller, Franz Müntefering. El dirigente socialdemócrata calificó las cifras de "acicate" para continuar las reformas y subrayó que el camino emprendido debe seguir recorriéndose con valor y confianza.
Diferente es la apreciación del secretario general de la Unión Cristiano-Demócrata, Ronald Pofalla, quien comentó que "no se puede esperar milagro en el mercado laboral 70 días después del término del gobierno de socialdemócratas y verdes". Lejos de defender la continuidad, abogó por revisar los instrumentos disponibles y, por ejemplo, flexibilizar las disposiciones que protegen al trabajador del despido.
Desde el flanco izquierdo, entretanto, las críticas son categóricas. El jefe de la bancada del partido La Izquierda-PDS, Oskar Lafontaine, afirmó lacónicamente que las últimas cifras son una prueba del fracaso de la política "neoliberal".