Los mexicanos quieren boicotear productos estadounidenses
1 de febrero de 2017El hecho de que Donald Trump quiera construir un muro en la frontera con México y expulsar a los inmigrantes indocumentados a sus países de origen cala de lleno en el orgullo de los mexicanos. La industria publicitaria al sur del Río Bravo ve la oportunidad de hacer negocios con estos temas. Desde hace semanas, las grandes empresas del país inundan las redes sociales con aportaciones graciosas, pero también reflexivas sobre los debates actuales. A la cabeza, la marca mexicana Corona: hace unos días publicó un spot que tematiza el lema de Trump "Make America great again”. El mensaje que emite es que América es grande y desde hace ya mucho tiempo. Se muestran imágenes impresionantes, pero no de Nueva York, del Gran Cañón o del oeste de Estados Unidos, sino del Pan de Azúcar en Brasil, del Canal de Panamá y del café colombiano. América no es solo Estados Unidos. Este es solo un país más en América. Esta es la indirecta dirigida a Trump.
Anuncios mordaces con éxito en la red
Desde hace ya tres meses, Corona logró mucho éxito con un anuncio. Casi siete millones de personas vieron "Desfronterizate”. La aerolínea mexicana "Aeroméxico”, por su parte, critica las fronteras entre países, personas, religiones, sexos e ideologías. La publicidad anti-Trump impulsa las ventas, algo necesario en un país cuya economía teme posibles aranceles y trabas a la importación.
Boicot en la red
También los usuarios con perfiles privados en la red se movilizan. Con la etiqueta #AdiosStarbucks #AdiosMcDonalds o #AdiosWalmart animan a boicotear las marcas estadounidenses. Esta tendencia comenzó tras la investidura del presidente Trump cuando de nuevo exigió que México debía pagar la construcción del muro entre ambos países. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, canceló su visita a Estados Unidos tras el posterior intercambio polémico de mensajes en twitter con su homólogo estadounidense. Pero en las tiendas y locales no se percibe el seguimiento del boicot. Los Starbucks en la capital mexicana siguen llenándose de clientes. Los mexicanos tuitean contra Trump, pero siguen consumiendo café de Seattle.
En contra de la tendencia antiestadounidense
Starbucks hace mucho para que su negocio siga funcionando. Hace unos días, la empresa comunicó que invertirá millones de dólares en México; la cadena de hamburguesas "Burger King” ya lo llevó a cabo. Además, Starbucks planea dar trabajo a 10.000 refugiados. Está por ver si estas medidas pararán la oleada antiestadounidense en México. Y es que el ambiente de crispación ha llegado incluso al mundo del fútbol. El pasado fin de semana, los hinchas de ambos equipos de un partido de primera división, Santos Laguna y Puebla, entonaron el himno mexicano con toda puntualidad a los 16 minutos de la segunda mitad del encuentro. Este 16 de septiembre, México celebrará su día de la independencia: el evento patriótico más relevante del año. Muchos mexicanos quieren ahora "independizarse” de Estados Unidos.
La izquierda mexicana se moviliza
También la izquierda política mexicana moviliza a sus seguidores. Alrededor de 10.000 personas se manifestaron este martes ante la catedral capitalina. No se divisaban carteles anti-Trump, pero sí miles de letreros en contra del tratado de libre comercio, además de grandes carteles con imágenes de Marx, Engels, Lenin y Stalin. El activista Arturo Malvido fue uno de los pocos que no solo se manifestó contra su presidente, Peña Nieto, sino también contra Donald Trump. "Estoy aquí, porque estoy en contra de la inhumana política de expulsión de Trump, pero también en contra de la corrupción en la política mexicana”, explicó. La gran mayoría de los manifestantes lucha, en primer lugar, contra su propio gobierno y la polémica subida del precio de la gasolina, tema que domina, desde hace días, el debate político nacional. Los carteles muestran que entre la izquierda mexicana y la derecha estadounidense existen definitivamente similitudes: Trump es considerado enemigo de los tratados comerciales. Por lo menos de aquellos que acordaron sus antecesores.