México no acepta imposiciones
1 de marzo de 2017En una comparecencia en el Senado, Luis Videgaray, el canciller mexicano, manifestó este martes (28.02.2017) que se han establecido "con claridad" algunos de "los límites" del país. Agregó que México comunicó "al Gobierno de EE.UU. de manera formal el sentimiento de agravio e indignación que existe en México por las posturas expresadas" por Trump.
En una reciente visita a Bonn, Videgaray había manifestado ya que "las decisiones que se tomen en los próximos meses determinarán cómo México y los Estados Unidos coexistirán en las próximas décadas”.
"Me levanto y me voy”
En efecto, los planes del nuevo presidente estadounidense se las traen. Donald Trump quiere revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de 1994, para "producir más en Estados Unidos”. Videgaray recordó en el Senado que hasta ahora no ha comenzado ningún tipo de negociación en materia comercial y que está se llevando a cabo un proceso de consulta con los sectores productivos de ambos países sobre los cambios al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor entre EE.UU., México y Canadá desde 1994.
Ildefonso Guajardo, ministro de Economía mexicano, amenazó, por su parte, con romper esas negociaciones si Trump, como amenazó, impone tarifas aduaneras "del 30 por ciento” a los productos mexicanos. "En el momento en que digan que van a gravar la importación de carros, me levanto y me voy”, dijo Guajardo en una entrevista con Bloomberg.
El TLC eliminó la mayoría de las tarifas aduaneras para los bienes comerciados entre Canadá, Estados Unidos y México. Durante la campaña electoral, Trump manifestó repetidas veces que había sido "un mal negocio, un desastre”, porque "hace perder puestos de trabajo en Estados Unidos”.
Guajardo ha sido tajante al respecto: dijo que preferiría abandonar el TLC, por más beneficios que haya traído hasta ahora al país, "en lugar de aceptar nuevos términos desventajosos para México”. "Es probable que no haya otra opción”, agregó en una entrevista televisada, porque "no tendría sentido aceptar algo menos de lo que tenemos”.
"No colaboraremos más con Estados Unidos”
Otro de los puntos centrales en el actual agudo debate, es la intención de EE. UU. de enviar inmigrantes de otras nacionalidades a México mientras son realizados los trámites migratorios. Decenas de miles de centroamericanos pasan anualmente por México para intentar ingresar en Estados Unidos. México se comprometió en 2014 a detener y deportar a los inmigrantes que detenga en su territorio.
En recientes entrevistas, sin embargo, Guajardo, sugirió la posibilidad de suspender la cooperación con Estados Unidos en esa área: "No existen incentivos para continuar colaborando con Estados Unidos en la política migratoria”.
Videgaray remachó el martes, por su parte, en el mismo clavo. Para el canciller es necesario comprometerse con "las tres naciones del Triángulo Norte, Guatemala, Honduras y El Salvador, para cooperar en forma más activa y solidaria". Pero, agregó "los retos de Centroamérica son de desarrollo, no de control migratorio".
"No perder la cara”
En vista de tanta quizás inesperada resistencia por parte de México, "Trump se verá ante la alternativa de seguir avanzando e implementar alguna medida drástica o renunciar a ello y tratar de conservar la cara anunciando victoria”, dijo por su parte William Reinsch, del think tank Stimson Center a The Christian Monitor, periódico de Boston.
Trump ha amenazado con bloquear también las remesas a México. Videgaray ve, sin embargo, como un derecho de todo mexicano que trabaja poder enviar parte de sus ingresos a sus familias en México y que es "un acto de solidaridad de quienes fueron a aportar su esfuerzo a una economía extranjera", agregando que el Ejecutivo no permitirá que estas "se entorpezcan o encarezcan".
Finalmente, Videgaray manifestó que México quiere "acabar con modelos productivos cuya rentabilidad dependa exclusivamente de los bajos salarios”. Así las cosas, Trump podría pasar de ser una amenaza a transformarse en una oportunidad para cambiar los patrones económicos en México. En todo caso, en los próximos años, nada quedará como está.
Autor: Pablo Kummetz