Mística moderna
26 de enero de 2006Neue Zürcher Zeitung, de Ginebra: "Benedicto está tan enamorado de su metáfora de la fuerza purificadora de la fe de mano de la razón, que la ha repetido a lo largo de la encíclica varias veces. Pero no por eso se vuelve más convincente.
No menos que la razón, la fe de su iglesia se ha mostrado susceptible a ser deslumbrada por el poder e intereses particulares. Entre los antecesores de Benedicto hay algunos a los que habría hecho bien más razón tanto en su vida privada como en su doctrina."
Encíclica para católicos
El País, de Madrid: "Es evidente que el nuevo obispo de Roma la ha dirigido sólo a los católicos, preocupado de que la fe, sobre todo en la vieja Europa, está en profunda crisis. Es un documento eminentemente doctrinal, en el que Ratzinger hace exhibición de su sabiduría teológica. Resulta extraño que frente a los graves problemas que afligen al mundo en el presente siglo, haya preferido enredarse en los laberintos de la definición del amor; en marcar las diferencias entre amor erótico y amor espiritual. El Papa ha querido contraponer la expansión de la pornografía al ideal del "amor puro", que no excluye, como ha puntualizado, el amor carnal y el placer sexual, siempre que sean ejercidos dentro del matrimonio y con fines de procreación. Benedicto XVI es firme al respecto: el "amor puro" sólo existe en el matrimonio entendido como unión entre un hombre y una mujer."
Mística moderna
Times, de Londres: "El Papa Benedicto XVI se podría haber ocupado de un problema moderno, como la bioética, en su primera encíclica. En cambio prefirió abocarse a la misión caritativa de la Iglesia -obra en elaboración desde el tiempo de Juan Pablo II- y la usó para realizar un tratado lírico y apasionado sobre las distintas formas del amor tanto erótico como espiritual y sobre el poder del amor para sanar e inspirar. En estilo y contenido, la encíclica es mística y, sin duda, un texto moderno."
El pontífice del amor
La Repubblica, de Roma: "El pontífice alemán hace hincapié en que el mundo actual, dividido y desorientado, necesita palabras claras. Y el amor es la palabra más clara y brillante de todas. Se trata de un mensaje pretencioso, también con miras al comportamiento de la Iglesia y sus representantes. En esta encíclica revela al mismo tiempo el eje en el cual se moverá el pontificado de Ratzinger: concentrarse en lo fundamental y defender las bases de la fe en el mundo moderno."
Un filibustero
Tageszeitung, de Berlín: "No hay nada más hermoso y grande que el amor. Qué es y cómo se vive, de eso el Papa sabe poco. Pero se presenta como un conocedor, ofrece un único camino y califica todo lo demás de menospreciable. Posiblemente se trate de su deber como líder de los católicos, pero no resulta útil. Perderse en el proceso de búsqueda es parte de la vida. Por lo mismo los fanales son imprescindibles, pero el Papa no es más que un filibustero que trata de atraer a su trampa a los viajeros para después desvalijarlos."