Múnich, mucho más que cerveza
15 de marzo de 2006Es junto con Berlín una de las megalópolis alemanas, pero ambas ciudades no podían ser más distintas: Berlín es grande y desordenada, caótica y bulliciosa, pero al mismo tiempo innovadora e inspiradora. Múnich es el polo opuesto: "Un enorme pueblo" como se le suele llamar.
Baviera y la cerveza
Pero lo provincial también tiene sus ventajas. Múnich ofrece todo lo que necesita el habitante de una gran ciudad: un centro repleto de iglesias y edificios construidos en estilo barroco, gótico y clásico; muchos museos, teatros y salas de conciertos; las avenidas comerciales más elegantes; el conocido barrio estudiantil "Schwabing" con sus cafés, restaurantes, librerías y tiendas de fotocopiado. Y, además, Múnich tiene muchas áreas verdes: parques como el Jardín Inglés o el Isar-Auen aportan el espacio necesario para respirar y relajarse. Más de 80 "Biergärten" ofrecen el escenario perfecto para pasar las largas tardes de verano sentado bajo los castaños y gozar de la cerveza bávara junto a los amigos.
Pero Múnich es mucho más que una ciudad turística. La capital de Baviera, con sus 1,3 millones de habitantes, es un moderno y floreciente centro económico. BMW, Siemens y el Consorcio Aeronáutico DASA tienen aquí su central. El gobierno del Estado Libre de Baviera fomenta especialmente la industria de alta tecnología y proyectos de investigación en el área de la biología y tecnologías de la información.
Estudiar e investigar
Múnich es además una importante ciudad universitaria. Cerca de cien mil estudiantes cursan aquí sus estudios e investigan en diez centros universitarios. Importantes centros de estudios científicos como el Instituto Max-Planck y la Sociedad Frauenhofer han escogido esta ciudad como sede para sus dependencias centrales.
La vida universitaria de Múnich también escribe historia. Es aquí donde dos estudiantes muniqueses, los hermanos Hans y Sophie Scholl, fundaron la organización de protesta "Weiße Rose" para hacer frente a Hitler y a los nazis. En 1943 pagaron su coraje y valentía con la vida.
Múnich es, junto con Berlín, una de las ciudades más atractivas de Alemania. Sin embargo, ambas megalópolis no podían ser más distintas: Berlín es grande y desordenada, caótica y bulliciosa, pero al mismo tiempo innovadora e inspiradora. Múnich es el polo opuesto: más pequeña y cómoda, tranquila y agradable, pero también conservadora y un poco flemática. "Un enorme pueblo" como se le suele llamar.