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Otro alemán en la Curia romana

Christoph Strack / Evan Romero-Castillo2 de julio de 2012

El nuevo “guardián de la fe católica” es un compatriota del Papa Benedicto XVI: este lunes (2.7.2012), Gerhard Müller dejó de ser obispo de Ratisbona, Baviera, para dirigir la Congregación para la Doctrina de la Fe.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Quienes especulaban desde hace meses con que el obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig Müller, dejaría ese cargo para ocupar otro directamente en el Vaticano vieron consumadas sus teorías este lunes (2.7.2012), tras el nombramiento del teólogo alemán como nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; un ascenso que lo convierte en el tercer hombre más importante de la Curia romana. Conocedores de la jerarquía de la Iglesia católica sostienen que Müller tenía las mejores credenciales para asumir esa posición.

El Papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Ratisbona en 2002. Desde entonces los roces entre la cúpula de esa diócesis y grupos laicos se han hecho frecuentes, bien sea al debatir sobre la necesidad de reformas en el seno de la Iglesia, sobre la intransigencia con que ésta rechaza las críticas que vienen desde dentro de la institución o sobre la manera en que se ha abordado el tema del abuso sexual de menores. Tras un encuentro de católicos celebrado en mayo en Mannheim, Müller tildó a los grupos reformadores de “existencias parasitarias”.

No parecen equivocarse quienes describen a Müller como un hombre ultraconservador; pero ese adjetivo no basta a la hora de retratarlo: su vida, su obra y su discurso tienen matices contrastantes, aunque no necesariamente contradictorios. Por ejemplo, en varias ocasiones, el nuevo “guardián de la fe católica” ha elogiado la Teología de la Liberación –censurada parcialmente por el Vaticano– y es amigo de uno de sus principales representantes, el sacerdote dominico peruano Gustavo Gutiérrez. 

En un discurso publicado en la página web oficial de su diócesis, Müller sostenía que el sustrato de la Teología de la Liberación “es el seguimiento de Cristo, el encuentro con Dios en la oración, la participación en la vida de los pobres y los oprimidos, la disposición a escuchar su grito por la libertad y el esplendor de los hijos de Dios; es participar en su lucha para poner fin a la explotación y opresión, en su ansia por el respeto de los derechos humanos y su exigencia de participación justa en la vida cultural y política en la democracia”.

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El ascenso de Müller en la jerarquía del Vaticano sigue atizando especulaciones.Imagen: Andrei Badau/Fotolia

“ ‘Quinta columna’ de habla alemana en el Vaticano”

En los años ochenta, la Congregación para la Doctrina de la Fe –dirigida entonces por el actual Papa, Joseph Ratzinger– reconocía el compromiso de los seguidores de la Teología de la Liberación con la causa de los pobres, pero les reprochaba el hecho de aceptar determinados postulados marxistas y políticos que, a su juicio, no eran compatibles con la doctrina católica. No obstante, Müller, ahora convertido en vigilante de la ortodoxia doctrinal, considera que, “en realidad, la Teología de la Liberación bien entendida desde su concepción original es la mejor respuesta a la crítica marxista de la religión, tanto en la teoría como en la práctica”.

Müller, quien ha visitado Perú y otros países de América Latina en decenas de ocasiones, publicó el libro ¿Dónde dormirán los pobres? junto con Gutiérrez en 2005. En 2008, la Pontificia Universidad Católica del Perú en Lima le entregó el doctorado honoris causa bajo el argumento de que “Müller es uno de los grandes teólogos de la actualidad que ha tenido y tiene una gran sensibilidad para conocer la causa de los pobres”. El ex profesor de Teología Dogmática asumirá todas las funciones que ejercía su predecesor, el estadounidense William Levada.

Entre otras cosas, Müller estará al frente de la Comisión Bíblica, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, la instancia que se ocupa de las relaciones de la Iglesia católica con la Hermandad de San Pío X, formada por sucesores del obispo tradicionalista francés Marcel Lefevbre. El diálogo entre la Santa Sede y los tradicionalistas se encuentra estancado desde hace algún tiempo y ha perdido prioridad tras la explosión del escándalo de los “Vatileaks”, la filtración de documentos secretos del Vaticano que aún no ha sido aclarada.

Ya se da por sentado que el otrora obispo de Ratisbona será nombrado cardinal y su ascenso a la élite del Vaticano sigue atizando especulaciones. El diario italiano La Repubblica afirmó este 2 de julio que el Papa Benedicto XVI ha creado en el Vaticano una “quinta columna” de habla alemana, integrada por Müller; por el cardenal obispo de Viena, Christoph Schönborn; y por el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el suizo Kurt Koch.

Autores: Christoph Strack / Evan Romero-Castillo
Editor: José Ospina Valencia