Nada de humo: ni en Roma ni en Berlín

"El Papa ata su sucesión" titula, para empezar, el diario español El Periódico y afirma que "el Vaticano quiere garantizar el continuismo con la designación de 31 conservadores inmovilistas como nuevos cardenales. El final del papado de Juan Pablo II se aproxima inexorablemente. Pero él ha desoído a quienes pedían que su marcada vocación pedagógica completase su personalísima etapa con el gesto de saber renunciar, y abrir su propia sucesión en vida, cuando la salud le impidiese desempeñar en plenitud las funciones. Por ello, hace ya años que, consumiéndose físicamente a la vista de todo el mundo aquel Papa que contribuyó a la caída del bloque soviético, la Iglesia católica vive un clima de fin de etapa, atrapada en el inmovilismo propio de estos periodos, cuando el mundo necesita que efectúe cambios. Tras la muerte de Karol Wojtyla la Iglesia católica decidirá si emprende un nuevo ‘aggiornamento’ que refleje la pluralidad del catolicismo real. De momento, todo parece estar bien atado para que esto no suceda"

El próximo Papa podría ser negro

Por otro lado, para el diario holandés de Volkskrant un Papa negro no está muy lejos y destaca que "el hecho de que sólo haya 6 italianos entre los nuevos cardinales es una clara tendencia de la reducción de su presencia en el colegio cardenalicio. Lo interesante es la nominación de arzobispos de Nigeria, Sudán, Gana, India y Vietnam. Esto, por lo menos, le pone color a esa ‘sociedad de hombres de sepulcral palidez’. El catolicismo ha perdido popularidad tanto en el Viejo como en el Nuevo mundo. El Vaticano lucha por plasmar el cristianismo en la Constitución Europea a sabiendas de que ha perdido su peso. Esto le abre el paso a un Papa negro."

A la espera de la Gran Reforma

Cambiando de tema, el diario muniqués Süddeutsche Zeitung comenta los planes gubernamentales de abolir subvenciones, no sólo en el sector agrícola: "Lo mejor sería prescindir de esos recortes insignificantes de impuestos y otras reformillas. ¿Por qué no ejecutar, al fin, una gran reforma que pueda ser aprobada por mayoría absoluta en el parlamento?", pregunta el rotativo alemán.

¿La solución? - Cero subvenciones

Y, para finalizar, el diario económico Handelsblatt, de la ciudad de Düsseldorf cree que "la hora de la verdad ha repicado en las cámaras baja y alta del parlamento alemán. Allí hay dos huesos duros por roer: la subvención al transporte al trabajo y domiciliario y las primas a la compra y construcción de casa propia. Estas subvenciones son económica y ecológicamente absurdas. El Estado premia a sus ciudadanos para que trabajen lo más lejos posible de sus residencias, para que además atasquen las vías y aumenten la contaminación ambiental. Otra cosa: las primas a la vivienda propia hacen que los precios de terrenos en Alemania sean de los más elevados en Europa. La abolición radical de subvenciones es la única solución racional."