Nadal cae en Wimbledon tras épico partido
10 de julio de 2017Rafael Nadal ha jugado cinco veces la final de Wimbledon, ganando en dos ocasiones (2008 y 2010). Pese a ello, se sabe que el césped no es su superficie favorita, lo que quedó otra vez demostrado este lunes (10.07.2017), cuando el exnúmero 1 del tenis mundial cayó en un épico partido ante el luxemburgués Gilles Müller. Tras cuatro horas y 48 minutos de lucha, el español –que salvó cuatro pelotas de partido– cayó por 6-3, 6-4, 3-6, 4-6 y 15-13.
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Nadal, actual número 2 del ranking de la ATP, puso todo su esfuerzo por torcer el destino, salvando incluso dos bolas de partido en el décimo juego del quinto set y otras dos en el vigésimo. Pero la regularidad del luxemburgués, de 34 años y número 26 del ranking, pudo más, permitiendo al veterano tenista alcanzar, por primera vez en su carrera, los cuartos de final del Grand Slam que se disputa en Londres.
Müller, quien cortó una racha de 28 sets ganados de forma consecutiva por Nadal (si se suma su paso por París y ahora por Wimbledon), se enfrentará en esa ronda contra el croata Marin Cilic, séptimo favorito, que se deshizo del español Roberto Bautista, por 6-2, 6-2 y 6-2 en una hora y 41 minutos. Valga mencionar que Müller derrotó a Nadal una hora y 32 minutos después de su primer punto de partido. Una forma de entender la dimensión de la lucha que se dio en la cancha principal de Wimbledon.
Confianza en las nubes
Es cierto que el español luchó y estuvo a punto de lograr por tercera vez en su recorrido en el Grand Slam remontar las dos primeras mangas perdidas y ganar en cinco, ambas en este mismo torneo: contra el estadounidense Robert Kendrick en 2006 y el ruso Mijail Youznhy en 2007, pero Müller lo impidió al romper su saque en el último juego del quinto set, cuando ambos estaban ya agotados.
Müller aterrizaba en el duelo con el mejor balance de todo el circuito en hierba: diez victorias y una derrota. Ese historial reciente hablaba de un jugador complicadísimo en hierba. Gran sacador, mejor voleador y con la confianza por las nubes, desde el minuto uno le hizo saber a Nadal que no era un día para disfrutar. De hecho, Müller recién pudo hacerlo tras casi cinco horas, cuando al fin levantó los brazos para festejar la victoria más significativa de su carrera.
DZC (dpa, EFE)