Türkei Armenien Vertrag
11 de octubre de 2009Después de décadas de enemistad, Turquía y Armenia han dado un paso importante para la normalización de sus relaciones. El ministro de Exteriores armenio, Edouard Nalbandian, y su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, firmaron el sábado 10 de octubre en la ciudad de Zurich un acuerdo que prevé la apertura de la frontera así como el impulso de relaciones diplomáticas. Pero a pesar de este acercamiento los problemas entre ambos estados persisten.
Aún cuando la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y sus homólogos Sergej Lavrov, Bernard Kouchner, Micheline Calmy-Rey y el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, se mostraran satisfechos después de la firma, y aún cuando las agencias de noticias informen sobre "gran satisfacción en Bruselas y Washington", el tan mentado acercamiento entre Turquía y Armenia no se ha concretado. Pues, coincidiendo con las palabras de Murat Yetkin en el dominical liberal turco "Radikal", el retrazo de tres horas que antecedió a la firma de estos importantes protocolos, es una señal de los problemas por resolver.
La etapa más difícil para Turquía y Armenia está por empezar. Ambos protocolos, que finalmente fueron ratificados por los correspondientes ministros de exteriores el sábado después de un esfuerzo diplomático, deberán ser presentados ahora a los Parlamentos de Ankara y de Ereván, en donde es de esperarse que se topen con fuerte oposición.
El amigo azerbaiyano
En Turquía el Primer Ministro, Recep Tayyip Erdogan, podría impulsar el esfuerzo basándose en el poder absoluto de su partido AKP. Pero de promoverlo por la fuerza podría crear una ola de indignación, pues los turcos están concientes de que la calle hacia Ereván pasa por Bakú. En otras palabras: sólo se logrará conquistar un trato normal con Armenia cuando se haya solucionado la disputa en torno a Nagorno Karabaj. Este enclave en el Cáucaso, habitado preponderantemente por armenios, fue anexado por Ereván a pesar de que desde el punto de vista del derecho internacional pertenezca a Azerbaiyán.
Puesto que Turquía cultiva relaciones estrechas tanto desde el punto de vista cultural como idiomático con los azerbaiyános, gran parte de los representantes incluso de grupos de centro, no están a favor de normalizar las relaciones con los armenios hasta que estos garanticen una retirada de Nagorno Karabaj. Como respuesta a esta demanda pueden interpretarse las palabras de Onur Öyen, vicepresidente del partido de oposición CHP, quien calificó la firma del acuerdo de "muy inquietante para el futuro de nuestro país".
Genocidio no olvidado
También en Armenia se escuchan críticas claras. El líder del partido de oposición "Partido de la Herencia Cultural", indica que la firma de estos acuerdos conlleva "grandes riesgos". Para su país comienza un periodo de inseguridad. Muchos armenios temen que la formación de una comisión de historiadores con representantes de ambos países acordada en el acuerdo, no condene correctamente la masacre de 1915/16, calificada por ellos de genocidio. En el genocidio perpetrado por los turcos hacia el final del Imperio Otomano fueron asesinados 1,5 millones de armenios. Ya antes de la firma la diáspora armenia en Estados Unidos, Francia, el Líbano y Rusia criticó fuertemente la firma del acuerdo.
Autor: Ulrich Pick/Claudia Herrera Pahl
Editor: José Ospina Valencia