Natalia Smirnoff: “Tener un secreto con alguien es maravilloso”
20 de febrero de 2010“Tener una pasión o no es como vivir o no vivir”, está convencida Natalia Smirnoff. Su protagonista, María del Carmen (interpretada por María Onetto), apuesta por la vida, y Roberto (Arturo Goetz) la ayuda a descubrir su pasión a lo largo de la película.
Rompecabezas es un puzzle cuyas piezas se encuentran desperdigadas al principio y acaban encontrando su lugar al final- y es el único film hispanohablante que en este 2010 compite en la sección oficial. Tras el éxito de Claudia Llosa con La teta asustada en la pasada edición del certamen, otro Oso de Oro para una mujer latinoamericana sería una sorpresa. Pero las sorpresas gustan en Berlín.
Varias vidas como periodista
DW: Rompecabezas es su primera película, ¿cómo se decidió a dar el salto a la dirección de su propio film?
Natalia Smirnoff: Fue un momento especial para mí, un momento de cambios- fui madre, me encontraba en una especie de crisis, trabajaba como asistente de dirección, y como asistente de dirección trabajas unas 14 horas al día, así que estaba muy cansada. Empecé a estudiar ingeniería. Tuve un buen empleo como periodista. Vivía varias vidas y eso me hizo reflexionar, pensar en las muchas cosas que uno puede ser y tal vez nunca llega a realizar por no intentarlo.
Lo mismo le sucede a María del Carmen, la protagonista de su película: ella también tiene dos vidas…
Natalia Smirnoff: Tiene una vida al principio de la película y, de pronto, descubre algo nuevo sobre sí misma.
Descubre algo nuevo sobre sí misma y empieza a dedicarse tiempo porque, hasta el momento, está completamente al servicio de su familia…
Natalia Smirnoff: A ella no le importa servir a los demás. Disfruta cocinando, lavando la ropa, limpiando la casa… pero se encuentra de alguna manera perdida. Y entonces encuentra a alguien, Roberto, que es muy diferente a ella, al que no comprende del todo, pero que le ofrece cosas- le enseña un mundo nuevo, se convierte en una especie de confidente… y, sobre todo, comparte con ella una pasión- y tener a alguien con quien compartir una pasión es muy importante.
¿De dónde saca el valor para hacer todo lo que hace?
Arturo Goetz: Ella busca algo. Encuentra una pasión y empieza a desarrollarla. Y no es fácil para ella. Es algo completamente nuevo, extraño- no forma parte de las cosas que suele hacer. Le está abriendo la puerta a un nuevo mundo, y eso es lo que, desde mi punto de vista, la convierte en un héroe. Y al final, encuentra lo que estaba buscando, se encuentra a sí misma.
Aunque se quiera mucho a la familia y se sea muy feliz cuidándola, todo el mundo necesita vivir su propia pasión, su pasión personal, ¿es eso lo que trata de expresar esta película?
Natalia Smirnoff: Sí, esa fue mi idea. Y, además, trata de demostrar lo importante, y difícil, que es encontrar el equilibrio- el equilibrio entre el amor por los demás y el amor a uno mismo. Yo creo que eso es algo que cambia según la etapa de la vida en la que uno se encuentre: a veces, necesitas prestarle más atención a tu familia y, en otros momentos, tienes que concentrar tu atención un poco más en ti.
¿Diría usted que el marido de María del Carmen la entiende? Porque no parece tomarla muy en serio…
Natalia Smirnoff: Pero al final de la película, él llora. ¡Llora! Así que yo creo que sí. Para encontrar el equilibrio tienes que luchar y María del Carmen lucha y acaba dando con ese punto de equidad junto con su marido. Desde la primera escena de la película- que es la celebración de su propio cumpleaños- hasta la última barbacoa, se ha producido un cambio: de pronto, María del Carmen es la protagonista de la comida, ella es la que está en el centro, ha cambiado de posición y ha encontrado su sitio en su propia casa.
Arturo Goetz: Y no es sólo un lugar teorético, también es físico: un cuarto para ella, en el que puede colocar sus puzzles, sus recuerdos, sus cosas…
Al final de la película, ella también llora…
Natalia Smirnoff: Sí, llora, pero ama. A mí me encantan esos momentos en los que se mezclan los sentimientos, en los que estás triste, pero al mismo tiempo contenta y aliviada. Y ella se lleva el secreto. Y tener un secreto con otra persona es algo maravilloso.
Ser mujer y director no es fácil y, sin embargo, usted está aquí, con una película a concurso, en la pasada edición Claudia Llosa se llevó el Oso de Oro, ¿de dónde viene ese poder que demuestran las directoras latinoamericanas?
Natalia Smirnoff: Para convertirte en director, tienes que luchar muchísimo. En Argentina, por ejemplo, es muy difícil conseguir el dinero necesario para rodar una película. Pero yo creo que aquí lo más importante es la persistencia. Y las mujeres son muy persistentes- cuando se fijan un objetivo, lo persiguen hasta el final.
Autora: Luna Bolívar Manaut
Editor: José Ospina Valencia