"Necesitamos más electromovilidad"
26 de octubre de 2015
Deutsche Welle: ¿Lo sorprendió la manipulación criminal de las pruebas de emisiones?
Ulrich Eichhorn: El uso malintencionado de un software para motores es inaceptable y está prohibido.
La manipulación del motor diésel de VW ha liberado más tóxicos al aire. La gente se enferma y hay muertes en todo el mundo. ¿Qué puede hacerse para compensar ésto?
Aún está por determinarse la cantidad de óxidos de nitrógeno emitida por la manipulación y su impacto en la concentración de aire. Algo muy complejo.
Con mediciones en operación real en las calles, las llamadas emisiones reales de conducción (RED), se detectan fácilmente las manipulaciones. El ministerio del Medio Ambiente quiere introducir estas pruebas en 2016. ¿Qué piensa la industria automotriz?
Necesitamos condiciones de medición claras, comparabilidad y seguridad jurídica. Nuestro objetivo es introducirla en 2017.
En las próximas tres décadas se apunta a abandonar los combustibles fósiles. Sin embargo, las emisiones de CO2 procedentes del tráfico aumentan en todo el mundo. ¿Por qué la industria automotriz no es capaz de liderar el cambio?
El abandono del uso de los combustibles fósiles obliga a entrar en la movilidad eléctrica, porque nos estamos quedando atrás. La UE quiere que el transporte también aporte a la protección del clima. Por lo tanto, los nuevos coches solo podrán emitir, en promedio, un máximo de 130 gramos de CO2 por kilómetro, a partir de 2015. Niveles que los fabricantes sólo logran en mediciones en laboratorio. La verdad es que la industria no ha logrado reducir las emisiones de CO2 en los nuevos coches de los últimos cinco años.
A partir de 2021 la UE prevé que las emisiones de los autos nuevos no superen los 95 gramos de CO2. ¿Cuáles son las medidas clave para lograr este objetivo?
Construir más motores diésel. Este es el motor más eficiente porque necesita un 20% menos de combustible y emite un 15% menos de CO2. Por otra parte, los autos hoy son más livianos, aunque esta ventaja se pierde construyendo autos más grandes, más rápidos y con más confort. Por último, necesitamos más vehículos eléctricos porque no lograremos la meta máxima de 95 gramos de gases tóxicos con los motores clásicos.