Nicaragüenses apátridas: “Una monstruosidad jurídica”
17 de febrero de 2023El periódico alemán Tageszeitung (taz) escribe: "La población de Nicaragua se reduce. Después de que les fuera retirada la nacionalidad a 222 presos de conciencia tras haber sido liberados y deportados a Estados Unidos, un juez del régimen autoritario dispuso el miércoles el retiro de la nacionalidad a otras 94 personalidades. La lista, que incluye al escritor Sergio Ramírez y a la conocida escritora Gioconda Belli, se lee como el who is who de la intelectualidad nicaragüense. (…).
Además de antiguos comandantes y altos funcionarios, que en algún momento no quisieron ya someterse a los autoritarios afanes de poder absoluto de Daniel Ortega, la lista incluye a destacados periodistas, religiosos, intelectuales y activistas que estuvieron en las barricadas durante el levantamiento popular de 2018. (…) En círculos de juristas, el despojo exprés de la nacionalidad es visto como una monstruosidad jurídica. No solo contraviene la Convención para Reducir los Casos de Apatridia, de 1961, ratificada por Nicaragua, sino también la Constitución Nicaragüense, como demuestra la politóloga e historiadora Lilly Soto Vásquez en un comentario”.
"Me recuerda a Cuba”
El portal Domradio.de destaca el caso del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, que se negó a dejar el país y fue condenado a 26 años de cárcel. El medio apunta que este "es un ejemplo de la precaria situación de los derechos humanos en Nicaragua” y entrevista al respecto a Edgar Lamm, presidente de la Sociedad Internacional de Derechos Humanos, quien plantea: "Demandamos el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales, y, en este caso concreto, demandamos naturalmente su inmediata liberación. Es un veredicto de barbarie, no se lo puede calificar de otro modo: 26 años por nada. Eso me recuerda a Cuba. En América Latina, Cuba fue siempre tristemente conocida porque se imponían allí muchas largas condenas de 20 hasta 30 años. A todas luces, ahora eso también ocurre en Nicaragua”.
A la pregunta de por qué Daniel Ortega y su gente temen a la Iglesia católica, Lamm responde: "Porque la Iglesia católica, como otras Iglesias, tiene un alto prestigio en el país y también en toda Latinoamérica. La Iglesia es siempre un lugar de refugio para los perseguidos en las dictaduras. Por eso, la ira del presidente se vuelca contra la Iglesia católica”.
Cada vez más lejos del Estado de derecho
El portal de la Conferencia Episcopal Alemana (dbk.de) publica al respecto una reacción del obispo Bertram Meier, de Augsburgo, presidente de la Comisión de la Iglesia Mundial de la Conferencia Episcopal germana, y apunta: "Nicaragua se aleja evidentemente, cada vez más, de los principios del Estado de derecho. El veredicto contra el obispo Álvarez tiene una motivación política y no se basa en un juicio justo. El obispo defiende los principios de una sociedad libre y justa, la democracia y el Estado de Derecho. Eso lo hace merecedor de agradecimiento y solidaridad. Expresamente aplaudo que la Iglesia de Nicaragua, pese a todas las acusaciones y calumnias de los últimos meses, siga apostando por el diálogo con el gobierno y, al mismo tiempo, demande el retorno al imperio del derecho. El país solo puede sanar por la vía de un amplio diálogo de la sociedad, por el que también abogan el Papa Francisco y numerosas conferencias episcopales”.
(cp)