"No habrá conversaciones con Paquistán"
17 de junio de 2002El ministro del Interior de la India, Lal Krishna Advani, dijo el domingo que no habrá conversaciones con Paquistán hasta que el gobierno de Islamabad cierre los campos de entrenamiento de activistas. "Las negociaciones no tienen sentido mientras siga habiendo terrorismo en la frontera" dijo Advani, quien defiende una línea dura contra Paquistán.
Se estima que existen unos 70 campos de entrenamiento, la mayoría en la zona de Cachemira administrada por Paquistán. La población hindú de la India acusa a Pakistán, una nación islámica, de entrenar a activistas musulmanes y mandarlos a través de la frontera al dividido territorio de Cachemira. El conflicto separatista en la región se ha prolongado durante doce años.
Desde la noche del viernes, los enfrentamientos en la parte india de Cachemira dejaron un saldo de 19 muertos. Ante la espiral de violencia que peligra en convertirse en una guerra, Washington y Londres urgen a India y Paquistán a entablar negociaciones, a lo que Islamabad se muestra dispuesta, pero Nueva Dehli no.
Apoyo diplomático y moral
Paquistán afirma que sólo apoya diplomática y moralmente lo que considera "una lucha por la autodeterminación de Cachemira". Las tensiones entre ambas potencias nucleares se agudizaron tras el ataque al Parlamento indio en diciembre pasado, que Nueva Delhi atribuye a activistas entrenados en Pakistán. Ambos países tienen desplegados a un millón de soldados a lo largo de la frontera.
La semana pasada el subsecretario de Estado norteamericano, Richard Armitage, transmitió la promesa de Islamabad a la India, de que no habrá más incursiones de activistas al territorio de Cachemira indio. Nueva Dehli respondió con el repliegue de sus buques de guerra que patrullaban aguas paquistaníes. También abrió su espacio aéreo a los vuelos de su vecino país. Sin embargo, la India, como sostiene Advani, no está dispuesta a iniciar conversaciones mientras no se desmantelen los campos de entrenamiento. Por su parte Paquistán afirma que las acciones tomadas por la India son cosméticas y no contribuyen decididamente a reducir la tensión.