No hay consenso ni garantías para una intervención militar en Libia
5 de marzo de 2011El presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, extendió hacia la llamada Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), la propuesta de convocar a una comisión internacional para mediar en la crisis humanitaria que tiene lugar en Libia. Chávez sugirió que dicha comisión podría ser encabezada por el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter.
Al dar a conocer este nuevo elemento en Caracas, junto con diplomáticos de los países que conforman el ALBA, Chávez reiteró su defensa del líder libio, Muamar Gadafi, y lanzó advertencias sobre supuestos “intentos de invasión” a Libia por parte de Estados Unidos y Europa. El presidente venezolano fue especialmente enfático con la parte europea, a la cual “le podría salir muy cara” la presunta intención de intervenir militarmente en Libia, según dijo el mandatario.
¿Se acerca una intervención militar?
No todos están tan convencidos como Chávez de que se prepara una nueva gran operación militar internacional en el norte de África. Los primeros que dudan son los propios europeos. El líder de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, no descarta la posibilidad de una intervención militar. Pero ésta no debería recaer exclusivamente en Estados Unidos y sus aliados. “Sin la participación de la Liga Árabe, toda intervención sería un desastre”, dijo Schulz este sábado, consultado por agencias.
Desde el punto de vista jurídico y militar, hay más razones para el escepticismo. “Donde quiera que ocurran masacres contra la población civil, en las que se registran tendencias genocidas, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger a la población”, afirma el politólogo Carlo Masala, de la Universidad del Ejército Alemán. Sin embargo, no hay consenso en cuanto a que se cumplan las condiciones que permitan hablar de un genocidio en el caso libio, señala el mismo catedrático: “Puede sonar cínico, pero en comparación con lo que ha sucedido en años recientes en Darfur, los acontecimientos en Libia parecen relativamente inocuos. Y ni siquiera con esto hubo una intervención en Darfur.”
No hay garantías
La perspectiva militar tampoco ofrece garantías de éxito. “Implementar la prohibición de vuelos (como se sugiere en el caso de Libia) es un asunto tan complejo, que no puede ser llevado a cabo en el corto plazo”, señala Henning Riecke, experto en seguridad internacional de la Sociedad Alemana para la Política Exterior. “La OTAN estaría en posición de concretar esos planes. Pero habría que cuánto tiempo duraría esa operación, qué tan grande sería, y qué términos incluiría un eventual mandato por parte de la ONU”, agrega.
Sólo hay dos antecedentes de una operación militar internacional en tales condiciones: en 1991, en el norte de Irak, y a mediados de los noventa, en Bosnia-Herzegovina. En ninguno de los dos casos se logró evitar masacres a la población civil como la ocurrida en Srebrenica, en julio de 1995.
Coincide con esto Harald Kujat, quien de 2000 a 2002 fungió como inspector general, el más alto cargo militar, en el ejército alemán. En su opinión, una intervención militar en Libia “tendría que prolongarse por algún tiempo. Naturalmente, uno se pregunta qué podría lograrse. ¿Detener la violencia en tierra? Seguro que no.”
Autor: Enrique López/Daniel Scheschkewitz/Christian Brehmkamp
Editora: Emilia Rojas-Sasse