No se le debe dar la espalda a Cuba
26 de febrero de 2010
Indiferencia ante el destino de Cuba
Gazeta Wyborcza, Varsovia: “Los líderes de aquellos Estados latinoamericanos que, debido a su rechazo a los EE.UU., enraizado en su historia, se niegan a juzgar al régimen cubano como una dictadura, deberían tomar muy en serio la muerte del prisionero cubano. A pesar de vivir ellos mismos en democracia, dejan a la dictadura cubana en paz, ya que ésta todavía representa la victoria de David contra Goliath. También los países europeos y sus jefes de Estado deberían reflexionar más sobre esta muerte. Cuando se habla de Cuba, muchos muestran indiferencia, ya sea por reservas antiestadounidenses, o simplemente por que se desentienden del destino de once millones de cubanos. Esto vale, en primer lugar, para España, cuyo Gobierno socialista se esfuerza desde hace muchos años para que los europeos no se preocupen por los cubanos. Queda esperar que, después de la muerte de Zapata, el Gobierno español no se atreva a seguir actuando de esa forma.”
'A Zapata lo mató un gobierno intransigente'
El País, Madrid: "Durante 86 días Orlando Zapata Tamayo transitó del desconsuelo a la muerte. Se fue apagando, con una voluntad que ha dejado consternados a los amigos y molestos a sus opresores. A Zapata Tamayo no lo mató la huelga de hambre, sino el sombrío oficial que lo encerró en aquel hoyo y el director de la prisión Kilo 8 en Camagüey que ordenó su castigo. Contribuyeron también a su deceso las manos enfundadas en guantes de látex que prefirieron mantener el empleo en el hospital antes que denunciar el estado maltrecho al que habían dejado llegar su cuerpo. La máxima responsabilidad de su final la tiene un gobierno que prefirió mostrarse intransigente y enérgico antes que proveerle de ciertas mejorías en su vida carcelaria. Para confirmarnos en esa idea, un día después de ocurrida la muerte, Raúl Castro perdió la oportunidad de acortar la distancia entre lamentar su deceso y pedirles disculpas a sus familiares. Con sus breves palabras exentas de autocrítica, nos corroboró lo que muchos sospechábamos desde el principio, que el general no era ajeno al maltrato, la dejadez y el terror que terminaron con Orlando."
Sarkozy en Ruanda
Le Figaro, París: “Dieciséis años después del genocidio, era hora de sellar la reconciliación con Ruanda. El presidente (Nicolas Sarkozy) encontró las palabras justas. En vista de los procesos judiciales que se están realizando en este aspecto, no tendría sentido hablar de ‘errores' o disculparse, como algunos se lo pidieron al presidente. Bill Clinton, Kofi Annan y Guy Verhofstadt reconocieron su parte de responsabilidad, y eso habla bien de ellos. Pero su comportamiento no puede sentar un precedente. Francia no puede abrir una caja de Pandora que tendría consecuencias imprevisibles. Y eso no representa ni desprecio, ni arrogancia.”
Gaddafi declara 'guerra santa' a Suiza
Corriere della Sera, Milán: “Una guerra santa contra Suiza, por todos los medios: el líder revolucionario libio Muammar el Gadafi llamó a la Yihad contra el país ‘infiel' que destruye las ‘casas de Alá'. Gadafi se refirió al referendo suizo de noviembre, mediante el cual se prohibió la construcción de un nuevo minarete. La ira de Gaddafi, que se desató meses después, es en realidad el último acto de una guerra muy poco sagrada que comenzó en julio de 2008 con el llamado ‘caso Hannibal'. (…) Es la primera vez que Gaddafi proclama la guerra santa, aunque ya ha utilizado a menudo la religión para sus propios fines. También esta vez, la cuestión es política, y no religiosa. Santa o no tan santa, la guerra contra Suiza y Europa continúa.”
A Ucrania se le abren las puertas de Europa
Kommersant, Moscú: “Tal vez la entrada en funciones de Viktor Yanucovich desterró un mito que acompañó toda la campaña electoral: que Ucrania se aleja de Europa para acercarse a Rusia. Pero es notable que el jefe del Kremlin, Dimitri Medvédev, no se haya hecho presente en Kiev, lo que supuestamente fue una reacción al hecho de que el presidente planea viajar en primer lugar a Bruselas, y luego a Moscú. Es seguro que Yanucovich tuvo que leer su discurso inaugural, ya que el ucraniano le resulta más problemático que el ruso. Pero, para Ucrania, la puerta hacia Europa parece estar más abierta que nunca. Y, si la jefa de Gobierno, Julia Timoschenko, perdiese de hecho su cargo, Yanucovich debe contar con una fuerte oposición de su parte. Sólo podrá debilitar tales críticas viajando más a menudo a Bruselas que a Moscú.”
Autora: CP/dpa
Editora: Emilia Rojas-Sasse