Sepelios comienzan en Noruega
29 de julio de 2011
Hoy ha sido enterrada la primera de las víctimas de la masacre de Utøya y del atentado en Oslo hace justo una semana. Bano Abokabar Rashid era de origen kurdo, tenía 18 años y había llegado a Noruega con sus padres, procedente de Irak, cuando tenía cuatro. El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, estuvo presente en la ceremonia; también el ministro de Exteriores, Jonas Gahr Støre. Bano era considerada una promesa política y figuraba ya en las listas de las próximas elecciones comunales, en septiembre.
Poco antes de que los disparos de Anders Behring Breivik acabaran con la vida de decenas de jóvenes que participaban en el campamento del Partido Laborista, Bano había podido conversar con Gro Harlem Brundtland, la ex primera ministra noruega. Ésta también estaba en la lista de objetivos del extremista de derechas autor de los atentados.
Justo una semana después, “no se echa en falta a nadie más”, informó la Policía anunciando el cese de la búsqueda de más cuerpos. A 77 asciende el total de víctimas; uno de los heridos ha fallecido entretanto.
La investigación en marcha
Mientras tanto, Anders Behring Breivik comparecía por segunda vez ante las autoridades: locuaz y muy dispuesto a relatar lo sucedido. Más que de nuevas declaraciones, se trataba de que el acusado revisara el informe de su primera declaración. Dos psiquiatras lo examinarán y presentarán un dictamen hasta el 1 de noviembre.
Según declaró su abogado defensor, Geir Lippestad, al diario noruego Aftenposten, Breivik tenía preparados más ataques para el mismo día, pero las cosas no salieron como él planeaba. “Para lograrlo tomó drogas”, afirma su abogado.
Por otra parte, su padre, Jens Breivik, calificando a su hijo de terrorista, declaró al diario francés La Dépêche du Midi que no tiene nada que ver con él desde que cumplió 15 años. The Times, por su parte, informa que Paul Ray, activista de la British Defence League, de extrema derecha, había estado en contacto con Breivik y podía haberle servido de inspiración ideológica. Sus atentados, sin embargo, “son sólo maldad, no tienen nada que ver con lo que yo hago”, ha declarado Ray. Spiegel online recoge comentarios de testigos de los hechos: que Breivik escuchaba música en su iPod mientras disparaba cree haber percibido alguno.
De luto
El país está de luto. “Las balas han herido a nuestra juventud y a toda la nación”, dijo en el sepelio en la mezquita de Nesodden, el primer ministro Stoltenberg. "Bano sabía que el futuro de Noruega también estaba en sus manos", afirmó por su parte el ministro Gahr Store. “Bano Rashid era un ejemplo de lo mejor de la Noruega multicultural”, dijo la pastora oficiante de la ceremonia, que fundió elementos cristianos e islámicos. Una semana después de los atentados, Noruega ha comenzado a enterrar a sus muertos.
Autora: Mirra Banchón (dpa/dlr/afp)
Editor: Pablo Kummetz