Nueva Fiscal Jefa en La Haya

Se la conoce como mujer fuerte con una carrera profesional ejemplar: la gambiana Fatou Bensouda de 51 años. Ella conoce a la Corte Penal Internacional como solo pocas personas: desde el 2004 es la subrogante el Fiscal Jefe Luis Moreno Ocampo en La Haya, y ahora asumirá su puesto en la máxima corte internacional. Bensouda tiene fama de ser una gran profesional y tiene una amplia experiencia con los tribunales de crímenes de guerra de la ONU.

Fe en la justicia y la paz

Al terminar sus estudios de derecho en Nigeria, Fatou Bensouda comenzó su carrera de abogada en 1987. Después fue Fiscal General de Estado en su país. En Malta hizo la maestría en Derecho Marítimo y se convirtió en la primera experta internacional en ese ámbito en su país. Antes de trabajar en la Corte Penal Internacional, dirigió el tribunal de crímenes de guerra de la ONU en Arusha, Tanzania. Ahí contribuyó al esclarecimiento de las atrocidades cometidas durante el genocidio.

Está convencida de que el trabajo de la Corte Penal Internacional contribuye a la prevención de crímenes contra la humanidad, sobre todo en África. "Aquellos que firmaron el Estatuto de Roma entendieron que existe un vínculo esencial entre la justicia y la paz", dice Bensouda. Si los delitos graves dejan de quedar impunes, los autores vacilarían y se abstendrían de cometerlos. Un tribunal internacional funciona como disuasión, asegura.

Bensouda podrá mejorar muchas cosas

Debido a su origen africano, Fatou Bensouda parece ser la sucesora adecuada de Ocampo. Después de todo, la mayoría de los procesos de la Corte Penal Internacional se refieren a crímenes cometidos por africanos. El profesor Kai Ambos, jefe del departamento de derecho penal extranjero e internacional en la Universidad de Gotinga, conoció personalmente a Bensouda. Admira su capacidad de tratar a las personas. El hecho de que sea mujer y africana "es importante para legitimar el tribunal" y su "forma discreta de tratar a los demás" le ha granjeado respeto. Kai Ambos cree que tiene buenas posibilidades de triunfar como Fiscal Jefa, porque "como suplente de Ocampo conoce la Fiscalía desde el interior así como los errores que esta ha cometido".      

A pesar de las múltiples críticas al trabajo de la Corte Penal Internacional, el crédito de Bensouda hasta ahora no ha disminuido. Una muestra de ello es que en diciembre de 2011 los países miembros acordaron nombrarla sucesora de Ocampo.

La Corte Penal Internacional ha recibido mucha crítica bajo el mando del Fiscal Jefe Ocampo, porque apenas este año fueron sentenciados el exjefe de los rebeldes del Congo Thomas Lubanga, y el antiguo presidente de Liberia, Charles Taylor – ocho años después de la fundación de la corte. Pero no solo esto le valió críticas a Ocampo. Según Kai Ambos, su "estilo de conducción controvertido" llevó a renunciar a muchas personas importantes de la Corte Penal Internacional. A Ocampo también le ha sido reprochada "debilidad en la toma de decisiones", dice Ambos.

"Una Justicia de blancos contra africanos"

Los países africanos miembros de la Corte Penal Internacional se muestran contentos de que en el futuro la institución quede al mando de una jurista experimentada, con conocimientos excelentes del continente africano. Porque casi todos los casos pendientes están relacionados con africanos: entre ellos el presidente sudanés Omar Al-Baschir, el exvicepresidente del Congo Jean-Pierre Bemba, así como el difunto jefe de Estado libio Muammar Al-Ghaddafi.

Sin embargo, para muchos africanos es incomprensible que solo personas originarias de su continente estén en el banquillo de los acusados. Muchos de ellos opinan que la Corte Penal Internacional es una justicia "de blancos" para ajustar cuentas con los africanos. Fatou Besoula se opone decididamente: la lucha contra la impunidad no es una cuestión postcolonial, afirma, subrayando que el tribunal "recibe el apoyo de los países africanos, que también lo integran".

Hasta hoy, más de 30 países han firmado el Estatuto de Roma, convirtiéndose en miembros de la Corte Penal Internacional. Casi un tercio de los jueces son africanos. Esto refleja la gran responsabilidad de África, porque ningún otro continente ha tenido que pagar un precio tan alto por la ausencia de instituciones legales y por la impunidad. En ningún otro lugar, durante las últimas décadas, ha habido tantas víctimas de guerra y violencia, muertos y desplazados.

Autora: Lina Hoffmann/ VC

Editora: Emilia Rojas