Nueva Orleans: ¿mal manejo de la catástrofe?
2 de septiembre de 2005En la región del siniestro originado por el paso del huracán Katrina, decenas de miles de personas se hallan aún a la espera de socorro. Las tareas exceden a las instituciones y las autoridades regionales y federales, cuya reacción ha sido tardía y lenta. El sistema de evacuación no funciona como es debido tanto al caos reinante como a la falta de medios de transporte. La anarquía se ha apoderado de Nueva Orleáns. Y mientras las autoridades piden paciencia a la población de los estados de Luisiana, Misisipi y Alabama, crece la crítica al manejo de la catástrofe por parte del gobierno de George W. Bush.
En una región constantemente amenazada por huracanes, ¿pudo haberse estado mejor preparado? De haber sucedido algo así en otras partes del mundo industrializado, ¿se habría reaccionado mejor y más eficientemente? DW-WORLD conversó al respecto con el Dr. Bruno Merz, experto en hidráulica y manejo de catástrofes del Centro alemán de Geoinvestigación de Potsdam.
¿Error en el plan de prioridades?
Según se informa desde la zona del siniestro, la trágica situación en el sur de Estados Unidos se ve agravada por el mal manejo de la situación, por la disputa de competencias entre las organizaciones de ayuda humanitaria y la falta de un claro plan de prioridades. "Tales situaciones no son situaciones cotidianas", explica Merz, "por eso es de suma importancia que en el plan de catástrofe esté especificado, con antelación, las prioridades y las competencias. En una situación como ésa hay muchos actores, que intentan acaparar funciones para la propia organización, sobre todo con vistas a la publicidad que les pueda dar la prensa".
¿Evuacuación no calculada?
"La situación geográfica de Nueva Orleans es de alto riesgo. Esto último se establece por su situación geográfica y la probabilidad de catástrofes -en la cercanía del río Misisipi y del lago Pontchartrain- y la alta vulnerabilidad por el número de habitantes y la concentración de construcciones", expone Merz. El alto riesgo de la región es de conocimiento de tanto de los expertos como de las instituciones, lo cual deja claro que los planes de catástrofe, que seguramente existen, no han funcionado de acuerdo al modelo.
A orillas del río y hundiéndose
La crítica situación geográfica de Nueva Orleans, sin embargo, hace delicada toda crítica. "Cuando fue fundada, en 1718, se encontraba al mismo nivel del río Misisipi, pues está construida sobre sus sedimentos. Anualmente la ciudad se hunde 2,5 centímetros, mientras que el río, que ha ido sedimentando sus riberas, sube en altura. Así, 300 años después la ciudad está siete metros por debajo del nivel del río. Y una ciudad tan poblada -a pesar de saber del alto riesgo al que está expuesta constantemente- no puede ser evacuada, no se puede 'entregar' una ciudad entera", indica. Y agrega: "Es más, en la historia hay muy pocos ejemplos en que a pesar de la conciencia del peligro, los pobladores hayan abandonado su región. En las mismas orillas del Misisipi, por ejemplo, la crecida del río que en 1993 causó daños materiales por 16.000 millones de dólares, llevó al abandono de las construcciones de las riberas".
¿Es necesario el know-how de fuera?
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A pesar de que Estados Unidos tiene el know-how necesario y un buen sistema de administración de crisis, la situación de Nueva Orleáns es muy especial. Debido a su ubicación por debajo del nivel de las aguas, la inundación ha sido por sobre las murallas de los diques; al mismo tiempo, por detrás de ellas, la fuerza del agua erosionó la tierra.
"Una vez que el agua hiere el dique entra con mucha intensidad y repararlo no es imposible, pero sumamente difícil. Por ello, no es muy seguro que de haber sucedido una catástrofe de esas dimensiones en otra parte del mundo, el manejo de catástrofes hubiese funcionado necesariamente mejor", señala Merz.